Calles vs. Centro Comerciales

Calles vs. Centro Comerciales

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    8 enero 2012     3 minutos

Los padres no queremos que los niños estén en la calle.

Desde hace algunos años los centros comerciales se han convertido en una especie de refugio donde acudir con los pequeños, los que les permite llegar a la adolescencia sin haber experimentado ningún riesgo.

Si bien uno de los momentos más críticos para los niños es cuando llegan a los 12 años debemos mostrarles la realidad desde muy pequeños. Cuando llegan a esta edad quieren empezar a realizar tareas por ellos solos y a tener pequeñas salidas con amigos, como padres siempre terminamos aconsejándoles una salida a los centros comerciales, que le brindan todo lo que ellos necesitan en un marco más seguro.

Pero debemos saber que en algún momento debemos encontrar un equilibrio entre estos sitios y la calle porque sobreprotegerlos tampoco es positivo a mediano y largo plazo.

Los padres sentimos que las calles son peligrosas y más cuando están sin la supervisión de un mayor, los niños ya no van a colegio solos (algo que para nuestra niñez era lo más normal del mundo). En ocasiones sentimos culpa si queremos darle un poco más de autonomía en una época y en un lugar donde no esta bien visto. Si le damos más autonomía podemos llegar a ser mal vistos.

Al ser consultado a un conocido pedagogo italiano, Francesco Tonucci se obtuvieron importantes reflexiones. En primer lugar debemos decirte que él se ha enfocado en volver a llevar a la niñez a las calles.

Dentro de los datos que ha aportado se anuncia que en Inglaterra, durante la década del 60 el 90 por ciento de los niños de entre 6 y 11 años iban solos a la escuela, este porcentaje, a lo largo del tiempo, ha disminuido hasta alcanzar solo el 5 por ciento, demostrando que hay una pérdida de autonomía casi total.

Tonucci anunció: “Estamos viviendo una paradoja. Cuando yo era pequeño, hace 60 años, no se sabía casi nada de los niños. Era una temporada de espera. Lo importante era cuidarlos para que llegaran a ser adultos, que era la edad importante. En esta situación se les permitían bastantes cosas. No se les llamaba derechos, pero sí que tenían permitido vivir y usar espacios que los adultos no utilizaban y gozaban del tiempo libre necesario para hacerlo. Jugaban con amigos sin un control directo. Hoy la actitud de los adultos ha sido de hacer bastantes más cosas para los niños encerrándolos en espacios dedicados a ellos que los excluyen de la vida social. Se les reservan lugares como jardines, casi siempre cerrados, con rejas, para protegerlos, con columpios y toboganes, todos iguales y siempre tienen que ir vigilados. En el momento que sabemos cuan importante es la infancia, que los primeros años son fundamentales para el resto de la vida, los estamos excluyendo; es una forma de miedo respecto a la infancia porque nos interesa que no estén en medio de las cosas de mayores”.

En la actualidad además contamos con diferentes artefactos tecnológicos que nos permiten un mayor control para saber donde se encuentran los pequeños.

Uno de los puntos que se podrían volver a establecer es que los pequeños vayan solos al colegio, pero tomando algunas precauciones a nivel comunal. Se trata de hacer que los residentes de una zona estén atentos al paso de los niños y que si ven que un pequeño necesita ayuda o el uso de los teléfonos le permitan hacerlo. Es una pequeña colaboración que permitirá en el futuro que los niños tengan más independencia. En algunas ciudades de Italia se llevo adelante este proyecto y su éxito fue bastante bueno.

Vía | Sociedad
Foto | Flickr – Malglam


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