Manualidades infantiles: Jarrón reciclado

Manualidades infantiles: Jarrón reciclado

Escrito por: Sacra    1 julio 2012     2 minutos

Un envase de detergente se puede convertir en un estupendo jarrón

¿Qué mejor forma que aprovechar el tiempo libre del verano realizando actividades manuales, al mismo tiempo que les enseñamos la importancia del reciclaje? Por eso las manualidades siguen siendo una de las actividades que más gusta a los niños. Transformar objetos desde la nada, crear juguetes o regalos con los que obsequiar a mamá, a los abuelos o algún amigo, son pequeños gestos que les enseñan la importancia y valor de nuestra propia creatividad al servicio de los demás.

Ya hemos visto como hacer regalos para el día de la madre con materiales que encontramos por casa o como adornar la Navidad con poco dinero. Ahora vamos a dar un toque de exquisita distinción con un jarrón muy original, que seguro que a los niños les encantará hacerlo y a nosotras mostrarlo como un encantador trofeo: el de mantenerlos entretenidos durante un buen rato.

Los materiales que vamos a necesitar son muy sencillos y seguro que tenemos todos en casa: una botella vacía de detergente, restos de lana de colores, algún adorno de tela o ganchillo y un trozo de corcho.

Lo primero es limpiar bien de restos la botella de detergente. El siguiente paso es quitarle el cuello de la botella, a fin de que se nos quede una abertura mayor. Ese primer paso lo tendrá que hacer un adulto para evitar accidentes. Seguidamente tendrá que adornar la botella, enrollando bien los hilos de lana, combinándolos a su gusto, alternando colores para que quede más llamativo. Como están bien ajustados no necesitan cola para pegarlos. El siguiente paso va a ser colocarle unos adornos. En este caso le han puesto un volantito de ganchillo y una flor. Pero podemos hacerlo con algún retal de tela que tengamos por casa, una puntilla, flores de papel… Y para rematar, y asentar bien la base, pegaremos un trozo de corcho a fin de que el jarrón no se nos caiga.

Vía | Ana Reutilizar es divertido