Un método para educar a los niños desobedientes

Un método para educar a los niños desobedientes

Escrito por: Sacra    30 marzo 2012     2 minutos

Un manual que nos ayuda a que nuestros niños aprendan a seguir ciertas normas para una buena convivencia

«Niños desobedientes, padres desesperados» es un manual escrito por la conocidísima y televisiva Rocío Ramos-Paul, aunque, sin duda, todos la conocemos como la supernanny. Esta especialista en niños problemáticos, que se ha atrevido con todo tipo de situaciones y que ha enderezado hasta el más rebelde de los retoños, ha publicado este libro con el que pretende dar pistas y consejos a los padres que se encuentran ante un caso de desobediencia total con sus hijos.

Aunque, evidentemente, cada niño es un mundo y cada caso necesita ser tratado de una forma distinta, también es verdad que ciertos comportamientos por parte de los padres, pueden ayudarles a que rectifiquen su forma de enfrentarse al mundo, consiguiendo que la convivencia sea mucho más pacífica para todos. A través de seguir ciertas normas, conseguiremos que crezcan felizmente hasta ser unos adultos responsables.

Es por ello que los padres necesitan aprender y establecer un seguimiento de estas normas, algo que este manual propone y que nos va a servir para que los niños crezcan en un ambiente familiar relajado y feliz.

A través de sus páginas vamos a aprender a conseguir que obedezca, sabiendo que es necesario y beneficioso para sí mismo y para los demás; también descubriremos las razones que le llevan a esa rebeldía y como podemos cambiar ese comportamiento que, quizás, venga ocasionado por algún fallo nuestro. De igual modo nos propone diversas actitudes y estilos de educación, junto con las consecuencias que acarrea, para que podamos optar por alguna de ellas, en el caso de necesitarlas.

Se trata, pues, de un libro ameno y lleno de ejemplos cotidianos con los que poner freno a esas actitudes rebeldes que poco favorecen a la convivencia familiar.

Página Oficial | Libros Aguilar


12 comentarios

  1. Leonor dice:

    En vez de educar a base de conductismo, pegatinas rojas y negras, premios y castigos, (cuándo narices se convirtió el criar y educar a un niño en lo mismo que educar a un doberman????!!!) ..decía, en vez de educar en TÚ obedeces porque YO lo digo, por qué no intentamos educar en la colaboración y el respeto??

    Mi hija no obecede ciegamente porque lo digo yo, no obedece ciegamente porque tenga miedo de un grito/azote/castigo. Mi hija colabora, y si en algo no está de acuerdo da su opinión. Y su opinión es tenida en cuenta: a veces puede tener razón y encontrar una alternativa, a veces no le queda más remedio que apoquinar y hacer lo que yo digo. Pero con respeto mutuo.

    Sigamos enseñando con pegatinas y consecuencias, y sillas de pensar (pensar en qué? ah, pero es que pensar es un castigo? dejémonos de eufemismos: la silla de pensar es exáctamente lo mismo que estar de pie contra una esquina con orejas de burro. Le hemso cambiado solo en nombre) y tendremos adultos autoritarios, irrespetuosos, mandones, violentos, incapaces de ser altruiustas o ponerse en el lugar de los demás.

    • Sacra dice:

      Estoy totalmente de acuerdo contigo, Leonor. Pero también es cierto que hay padres que necesitan de otros métodos y estos profesionales les ofrecen una serie de alternativas que, según parece, les puede ayudar. Gracias por tu opinión. Un saludo.

      • POMMMORE dice:

        YO creo que si verdaderamente se RESPETA al niño, y se respeta igual que un adulto, este tipo de métodos conductistas serian tachados de discriminatorios.
        Q tal yo diciendo a mi esposa, Si dejas la ropa en el puesto, te doy un punto! y cuando tengas 10 puntos te llevo a cenar! Evidentemente sería un esposo arcaico y mal visto en la sociedad, Pero si se lo digo a mi hijo soy un padre simplemente!.

        Increible como no se vinculan bajo el respeto, la colaboración, la simpatía y las consecuencias naturales que es bastante diferente que el castigo moral o físico.

      • Sacra dice:

        Yo también soy de la opinión que en el respeto está la base de la convivencia, el crecimiento y la felicidad. Yo no he entrado a valorar el tipo de educación que se les debe dar a los hijos, sólo he dado a conocer un nuevo libro que está en el mercado y que, quizás, a algunas familias les pueda servir. Gracias por tu opinión, Pommore. Un saludo.

    • Yo dice:

      vaya hipi que estas hecha

  2. Paula dice:

    La verdad que simplemente con la frase del titulo »para que tus hijos obedezcan a la primera» ya se me ponen los pelos de punta. Roza lo obsesivo, suena a »haz lo que yo te digo porque quiero/porque soy tu padre/porque yo lo digo/porque yo tengo razón/porque yo soy el mayor» y un largo etc y al final lo triste de todo es que con estos métodos conductistas los niños aprenden a obedecer pero por miedo a la regañina/azote/castigos, incluso a hacerlo para que tener la aprobación de sus padres, y probablemente que habrá muchas cosas que las aprenda a hacer cuando los padres no estén, es decir, no aprenden la importancia de las normas sino que lo hacen porque se lo mandan porque sino hay bronca.

    lo de las pegatinas…en fin…me parece que estamos hablando de perros en vez de niños. en algun programa de esta señora he podido ver cómo padres premiaban (como consejo de esta señora) a sus hijos y el premio era jugar con ellos a baloncesto o dar un paseo ¿¿¿desde cuando ese tipo de actividades tienen que ser un premio??? en fin…

    estoy totalmente en desacuerdo con el sistema de pegatinas, de la sillita de pensar (pensa es malo?? porque en vez de pensar ellos solos no pensamos con ellos?? vendria mucho mucho mejor?, premios castigos…

    sinceramente…me aborrece este tipo de cosas porque parece que estamos adoctrinando a un perro!! a los niños hay que enseñarles a opinar, a consensuar las cosas que se puedan consensuar, que ellos mismos puedan aprender de sus errores y poder solucionarlos, que aprendan la importancia de las normas, no porque papá lo dice.

    os recomiendo un fantastico libro, y de verdad que me lo estoy leyendo ahora mismo y hace muucho tiempo que no leo un libro con tanto sentido comun, se llama »como educar con firmeza y cariño. disciplina positiva», este tipo de cosas si merecen la pena porque hay respeto por parte de padres y por parte de hijos. basta ya de tratar a los niños como si fuesen perros, como sino pudiesen opinar o consensuar las cosas, como si fuesen payasos de feria a los que les premiamos con pegatinas…¿y cuando falten esas pegatinas?? ¿obedeceran?? asi lo unico que haremos sera adultos adictos a las oprobaciones de los demas y adultos que no saben tomar sus propias decisiones porque jamas contaron con ellos. y claro que hay muchas cosas que no se pueden consensuar, pero hay otras muchas que entre padres e hijos se puede llegar a acuerdo,que esto no es una disctadura sino una democracia

    Vamos a ver…estamos hablando de niños, muchas veces obedecerán y otras en las que no estarán de acuerdo y no lo querrán hacer, pero se pueden llegar

  3. Elinna dice:

    Me parece genial que digais que a los hijos hay que educarlos desde el respeto, la armonía , la compresión, valorando sus necesidades y opiniones y teniéndolos en cuenta…de echo a mí me criaron así…pero este libro es para tratar otro tipo de casos en los que ni el respeto, ni la aromonía, ni la comprensión funcionan en absoluto…yo tengo un hijo de dos años y nueve meses, y está teniendo una actitud muy problemática…siempre la ha tenido pero con la llegada de su hermano se ha acentuado aún más.No atiende absolutamente a nada, no quiere comer, ni vestirse, ni larvese las manos, ni bañarse…todo se convierte en un problema, grita y chilla por todo, le pega al bebé, nos pega a nosotros y os puedo asegurar que lo hemos intentando TODO. Hemos intentando evitar los castigos, las riñas, hemos actuado hablándole con amor y cariño para que comprendiera que esas actitudes no nos valen y que así no se consiguen las cosas, pero no responde. Soy yo como madre la que en muchas noches me acuesto angustiada y llorando culpándome por su educación y su actitud. Así que perdonad si necesitamos otro tipo de técnicas para intentar que nuestros hijos sean personas de provecho y no que por intentar educarlos con todo el respeto del mundo finalmente sí que se conviertan en auténticos animales salvajes.

    • Sacra dice:

      Precisamente por esto yo hablaba que no podemos generalizar. Todos los padres, estoy segura, queremos educar a nuestros niños bajo unas directrices de respeto y armonía, pero no siempre sucede así porque la vida, en cada caso, nos marca obstáculos o direcciones diferentes.
      Gracias Elinna por tu opinión. Un saludo.

  4. paola dice:

    a mis hijos no les importa nada y a nada les tienen miedo ya no se que hacer nada cumplen y tienen las cosas bien y si no las tienen no les importa. que se hace…

    • Sacra dice:

      Paola,
      si has perdido la autoridad o han dejado de respetarte, imagino que tendrás que pedir ayuda a un profesional. Seguro que te dan ciertas claves y métodos con los que poder controlarlos.
      Mucha suerte.