Los niños curiosos son mejores estudiantes

La curiosidad es un rasgo común en los niños, pero algunos lo tienen más desarrollado de lo normal. Pese a que para los padres exige un gran esfuerzo, las preguntas no tienen fin, parece una característica beneficiosa. Ya nos contó Maite que es uno de los indicadores para detectar a un niño superdotado, aunque lógicamente no es el único.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo han comprobado que es un factor muy importante para tener un buen rendimiento académico. Es tan importante como la escrupulosidad y juntas pesan tanto como la inteligencia para obtener buenas notas. Sophie von Stumm, coautora del estudio explica que no le sorprende el resultado, «Básicamente, la curiosidad es hambre de exploración. Si uno es intelectualmente curioso, va a casa y lee libros. Si es perceptualmente curioso, quizás viaje a países extranjeros y pruebe distintas comidas».

Von Stumm se dirige a los profesores, «Los maestros tienen una gran oportunidad de inspirar la curiosidad en los estudiantes, para convertirlos en aprendices comprometidos e independientes. Eso es muy importante». No dice nada de los padres, para mí los primeros responsables de su educación. El trabajo en casa tratando no sólo de saciar la curiosidad del niño sino de ponerle además nuevos retos, me parece básico para aprovechar las capacidades del escolar.

El estudio, publicado en Perspectives in Psychological Science, se sirvió de los datos de unos 50.000 escolares que habían participado en 200 estudios. La muestra es significativa. Cuando estés agotado de responder a las miles de preguntas que le surgen a un niño con esta característica, piensa que estás ayudándole a desarrollar aún más su capacidad. No hay más remedio que documentarse o buscar ayuda según la materia que toque cada día.

Vía | Healthfinder
Foto | Flickr-{bathe in light}

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