Prevenir la soledad infantil

Prevenir la soledad infantil

Escrito por: Maite Nicuesa    21 febrero 2012     2 minutos

Cómo prevenir la soledad infantil

El ser humano es un ser con una doble vertiente. Por una parte, cada persona puede ser analizada como individuo. Sin embargo, el ser humano nace en sociedad, por ello, es fundamental entender que las relaciones interpersonales aportan bienestar y felicidad a la rutina de un niño. Por otra parte, también conviene precisar que la soledad no tiene nada que ver con el hecho de tener gente alrededor, es decir, un peque puede sentirse aislado en el colegio al sentir la indiferencia por parte de los demás. Además, el niño también puede sentirse relativamente solo en un hogar en el que no hay comunicación.

La soledad cuando se vive de una forma amarga se transforma en aburrimiento. En cambio, cuando la soledad es gratificante también es positiva. Así sucede cuando el niño se entretiene con sus juguetes en su habitación y poco a poco, va teniendo mayor sensación de autonomía. Es fundamental que un niño no esté solo en casa. Dentro de este contexto, cabe destacar que los casos de “niños llavero” causan cierta alarma social, sencillamente, porque un niño pequeño no tiene edad de entrar y salir de casa con su propia llave, sin la autoridad de un adulto.


Por ello, lo más importante es que papá y mamá puedan organizar su tiempo para estar con el niño cuando sale del colegio. Por otro lado, en caso de que tengan un horario totalmente incompatible, entonces, es posible contratar una canguro.

Se debe evitar asociar encender la televisión con tener compañía. Es decir, es mucho mejor apostar por la comunicación en casa, estar con los hijos, hablar con ellos, jugar en común… Además, también es fundamental inculcar el valor de la lectura porque un libro puede ser el mejor amigo de un niño.

Además, la soledad se combate con amor. Un amor que es el alimento de la autoestima del niño. Y nutrir su autoestima es también una forma de hacerle tener un concepto adecuado de sí mismo, es decir, el niño se siente importante y especial. Por ello, no siente tanto el peso de la soledad que surge de la sensación de indiferencia. En otras ocasiones, en caso de que el padre o la madre no esté atravesando un buen momento desde un punto de vista emocional, es normal que necesite cuidar de sí mismo para recuperarse y poder ofrecer lo mejor de sí mismo, al hijo.

Más información | La guía infantil
Foto | ZVO Blog