Demasiados niños con problemas visuales sin diagnosticar

Demasiados niños con problemas visuales sin diagnosticar

Escrito por: Belén    28 octubre 2015     2 minutos

Según la Fundación IMO (Instituto de Microcirugía Ocular), un 22 por ciento de niños tienen patologías oculares y defectos en la visión sin diagnosticar. Los peques, además de los problemas adultos, pueden tener otros propios de la infancia, como el estrabismo o el ojo vago. La detección precoz puede curar casi todas las patologías, mientras que si no son detectadas a partir de los ocho años podrían convertirse en crónicas. Por ello es muy importante revisar la vista de nuestros pequeños y prestar atención a algunas señales de alarma.

Si notas que tu hijo inclina la cabeza al fijar la mirada, no reconoce a un familiar o amigo de lejos, si se queja de dolor de cabeza o visión borrosa, debes llevarle al médico porque pueden ser síntomas de una mala visión. En otras ocasiones lo notamos nosotros, puede que apreciemos una mancha blanquecina cerca de la pupila, que veamos que nuestro niño se acerca demasiado al papel, que le cuesta mantener los ojos abiertos al hacer las tareas del cole o, que se frota muchos los ojos. Pero, aunque él no se queje y nosotros no apreciemos nada raro, hay que llevarle a revisión, porque como ya conté, en ocasiones las patologías oculares pasan desapercibidas.

El IMO cuenta con un equipo médico excelente, volcado en la atención al paciente y altamente especializado y comprometido, lo que unido a la tecnología más avanzada y unas instalaciones cómodas, amplías y modernas, les permite detectar y prevenir los problemas de visión de nuestros niños (y los adultos) y tratarlos adecuadamente.

En ocasiones la patología de nuestro hijo no podrá curarse y, sin embargo, su detección y tratamiento son igualmente importantes. Si no la corregimos, una mala visión puede afectar al rendimiento escolar, el ocio, el deporte y la relación del niño con sus iguales. Todo esto es especialmente importante durante la primera infancia en la que se adquieren hábitos, se aprenden las bases de la educación y los niños adoptan roles entres sus pares que más tarde son difíciles de cambiar.

Foto | Flickr-Christos Tsoumplekas


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