El ser humano tiene el poder de entrenar sus habilidades incluso en la etapa adulta para que sus capacidades alcancen un mayor potencial. Sin embargo, este aprendizaje vital adquiere una especial relevancia durante la infancia. Y, aunque el conocimiento y la formación están tan vinculados con el contexto académico, el aprendizaje también adquiere un toque lúdico y creativo al compás del juego.
Cada alumno posee un ritmo de aprendizaje, así como también destaca en unas habilidades concretas. Existe una particularidad que puede identificarse en el ámbito de la enseñanza: la doble excepcionalidad en alumnos con altas capacidades. Son niños que, además de destacar por su potencial de desarrollo, también presentan algún límite que interfiere en su evolución. Es un diagnóstico que rompe con los estereotipos que, en ocasiones, muestran una imagen desdibujada de las altas capacidades.
Cada alumno tiene necesidades diferentes. Algunos estudiantes muestran altas capacidades. Por ello, los centros implementan programas de enriquecimiento curricular que se dirigen a este perfil. Los programas integran dinámicas, experiencias y actividades mediante las que los alumnos adquieren habilidades, competencias y conocimientos (dentro del nivel educativo en el que se encuentra la persona).
En torno a los tres años, los niños empiezan a tener un lenguaje muy desarrollado. Sus avances en cuanto a lenguaje expresivo y comprensivo son espectaculares. Los expertos calculan que a esa edad ya se comprenden en torno a unas 1.000 palabras y son capaces de expresas hasta 800. Sin embargo, ya sabemos los múltiples beneficios que tiene la estimulación en los niños. De hecho, conversar con ellos es una manera de ayudarles en este sentido.
Con el título "Las Competencias en Aprendizajes Básicos para la Vida", la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, ha presentado el calendario 2010. Se trata de un calendario especial en el que se propone una actividad cada día del año para realizar en familia. Las diferentes propuestas se agrupan en ocho competencias: Comunicación lingüistica, razonamiento lógico matemático, conocimiento e interacción con el mundo físico, tratamiento de la información y competencia digital, civismo, cultural y artística, aprender a aprender, autonomía e iniciativa personal.
Ser imparcial respecto a nuestros hijos es prácticamente imposible. En el caso de las madres, durante el embarazo parece ser que hay una alteración del cortex cerebral que sirve para que minimicemos la información negativa que podamos recibir de nuestros retoños. Por eso, para todos, nuestros pequeños son los más guapos, los más espabilados y los más inteligentes. Obviamente no siempre es así, aunque en ocasiones un niño sí destaca por su inteligencia y es necesario identificarlo lo antes posible.
Campamentos de surf para niños en Galicia durante el verano 
Decorar una habitación infantil con vinilos 
Visitar Disneyland París en familia… ¡Una gran excusa para disfrutar la Semana Mágica!