El compromiso con el cuidado de la salud dental en la infancia se concreta con una medida habitual durante el mes de septiembre. Muchas familias reservan hora en el dentista puesto que la revisión anual es clave para hacer un buen seguimiento de la salud dental. Sin embargo, en ocasiones, la visita al especialista está motivada por una emergencia que requiere de una atención inmediata.
Cuando hablamos de halitosis o mal aliento, casi de forma inmediata lo asociamos con un problema único de adultos. Sin embargo, aunque no suele ser especialmente habitual, también lo padecen los niños. Generalmente se trata de un proceso pasajero, aunque si está relacionado con algún mal hábito de higiene, de no corregirlo puede quedarle perpetuado en el tiempo.
La salud bucodental de nuestros niños es fundamental para su salud, no sólo para aquella que compete a sus dientes sino también a todo lo relacionado que va con ella. Mantener un buen estado físico y psíquico depende de muchos factores, por eso es importante que todas las piezas que componen nuestro organismo se encuentren bien, por nimias e insignificantes que nos parezcan.
Cada vez son más los niños que presentan un importante cuadro de ansiedad y estrés. El exceso de tareas en el colegio, las clases extraescolares, las exigencias de la misma sociedad o, incluso, la mala alimentación, hacen que nuestros peques se vean empujados hacia una vorágine de prisas y metas ficticias que les provoca más de una angustia.
La tarea del cepillado de los dientes sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Si bien, todavía, no hemos llegado a tasas alarmantes, sí que estamos en ese punto en el que debemos tomar las riendas de un asunto que acarrea graves problemas de salud en nuestros niños. Precisamente ahora, con la vuelta al cole y a retomar las tareas cotidianas, puede ser un buen momento para recalcar la necesidad de una perfecta higiene bucodental.
Es aproximadamente hacia los 5 años cuando los incisivos centrales inferiores (primeros dientes definitivos) pueden irrumpir en la boca de los peques, aunque la edad puede variar en cada niño: ya sabéis que hay peques que con 4 ya empiezan a perder los de leche, y otros que con 7 aún no han recibido la visita del Ratoncito Pérez. La cuestión es que los dientes que ocuparán su lugar cuando los temporales caigan, están preparados (aunque no los veamos). Y no los vemos salvo en algunas ocasiones en las que se sitúan detrás de los primeros, de manera que no se produce la caída como la entendemos.
Hoy queremos hablaros de un nuevo portal web en el que tenemos el privilegio de colaborar. Se trata de "El rincón de las pequeñas sonrisas", un proyecto del laboratorio de prevención e higiene buco-dental PHB. Y es que uno de los temas que más ocupan a los padres son los dientes de los niños. Desde que nace el bebé nos preocupamos por mantener limpia su boquita, más adelante nos surgen preguntas acerca de cuando salen y se caen los dientes de leche y especialmente sobre como cuidarlos y prevenir las temidas caries.
Es necesario que desde bien pequeños acostumbremos a nuestros hijos a seguir determinados hábitos, especialmente aquellos que van relacionados con la higiene y, por lo tanto, con la salud. Aunque cada uno puede contar su experiencia desde muchos ámbitos, lo cierto es que hay algunos que se repiten en todas las casas, como si se tratara de un patrón con el que los niños tienen aprendido.
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