Lectura recomendada de la semana: Soy feliz, no me preocupo
A simple vista parece que los niños viven en su mundo feliz, lleno de sueños e ilusiones y sólo preocupados por conseguir un juguete mejor, ver sus dibujos preferidos en la tele o salir al parque a jugar con sus amigos. Quizás algunos sólo vivan para sí mismo y su ombligo, pero lo cierto es que los pequeños, desde su más tierna edad, ya padecen de preocupaciones y temores internos que los adultos, en la mayoría de los casos, no sabemos descubrir.