Para el tratamiento del TDAH nada mejor que entrenar el cerebro

Para el tratamiento del TDAH nada mejor que entrenar el cerebro

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    19 marzo 2014     2 minutos

Por el entrenamiento del cerebro se puede facilitar los tratamientos del TDAH en los pequeños. Gracias a un trabajo realizado por Osteba en el año 2010 denominado Servicio de Evaluación de Tecnologías Sanitarias se supo que el TDAH es una agrupación de síntomas que aparecen en la infancia, que se vinculan a las alteraciones psicológicas o psicopatológicas comórbidas, pero sin una etiología unívoca demostrada.

Diagnosticar este problema es bastante complicado y el diagnóstico puede cambiar en los diferentes países. El TDAH cuenta con un gran componente social lo que genera que los límites se basen en los valores culturales (incluyendo el grado de tolerancia, la expectativa de los padres y de sus educadores).

A partir del año 2011 desde la Academia Americana de Pediatría se propuso incrementar el margen de edad de diagnóstico, recientemente se dio a conocer un nuevo Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales denominado DSM-5, que se creó por la Asociación Americana de Psiquiatría en el que se cambiaron los criterios con los cuales se diagnostica el TDAH.

En el año la AAP colocó en la parte más alta de la escala de eficiencia el uso del neurofeedback para el tratamiento del TDAH infantil. Desde el Instituto Burmuin de Bilbao, la psiquiatra infantil Begoña Ereño señala que: “el Neurofeedback es una nueva técnica que se basa en el entrenamiento de la función cerebral para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) como una alternativa que no tiene efectos secundarios, no es invasiva y cuya evolución es medible cuantitativamente. Es muy importante hacer un buen diagnóstico previo”.

En la actualidad muchos pequeños que fueron diagnosticados con TDAH de manera inadecuada pueden ser tratados con medicamentos de forma innecesaria, provocando un aumento en las reacciones adversas, por ejemplo, problemas con el sueño, con el apetito o con su crecimiento.

Vía | Portales Médicos
Foto | Flickr – Ampechico