El surf, una buena terapia para niños con autismo

El surf, una buena terapia para niños con autismo

Escrito por: Sacra    17 enero 2018     2 minutos

Mes que surf es una asociación catalana que ha encontrado la solución perfecta para ayudar a los niños con autismo: la práctica del surf.

A menudo empleamos términos generales para describir aquellos comportamientos que nos cuenta entender o, quizás, se alejan de esa «normalidad» que nos han inculcado como el ideal de la personalidad humana. Es por ello que hablar de autismo, y mucho más diagnosticarlo en un niño, es sumamente complicado, sobre todo porque no hay dos niños iguales y su forma de vivir y compartir su experiencia vital no es la misma en todos los casos (lo mismo que sucede en el resto de la infancia).

Sin embargo existen ciertas señales que pueden resultar especialmente llamativas cuando nos encontramos con un niño autista. La falta de comunicación, el aislamiento o la extremada rigidez en sus rutinas, pueden ser significativas. Aprender a batallar con estas características no siempre es fácil. Es así como un padre estadounidense, hace ya dos décadas, encontró una buena solución para ayudar a su hijo autista: el surf.

Una asociación de surf que ayuda a los niños autistas

Son muchas las ocasiones en las que hemos oído que el efecto del mar sobre el ser humano, especialmente en su parte emocional y psíquica, es totalmente beneficioso. Algo así descubrió un padre norteamericano, hace veinte años, cuando comprobó que el contacto con el mar y el movimiento de las olas resultaban ser una terapia estupenda para su hijo al que le habían diagnosticado autismo.

A partir de esta idea, la asociación catalana «Mes que surf» ha puesto en marcha una terapia en la que los niños con autismo, a través de la práctica del surf, encuentran una infinidad de beneficios, no solo a nivel emocional, sino también en la sociabilización y la psicomotricidad.

surf como terapia

Más allá del deporte: talleres para mejorar la habilidad social

Se trata de una terapia totalmente gratuita en la que los niños cuentan con un monitor por cada uno de ellos, apoyados, además, en el trabajo de un nutrido grupo de psicólogos que van valorando los avances y las actividades que requieren cada uno, dependiendo de sus necesidades particulares. El primer paso siempre es reunirse con la familia para entender esas características del niño ya que pueden existir componentes que les resulten especialmente molestos como el neopreno, la arena o las etiquetas.

De momento ya han realizado un primer ensayo con niños que van desde los 3 a los 18 años, con los que, además de practicar el deporte, también se realizan talleres, centrados en mejorar sus habilidades sociales. En este programa colaboran alrededor de 30 monitores, y aunque lo hacen de forma voluntaria, han pedido la ayuda y solidaridad del público en general para garantizar la continuidad del proyecto e, incluso, poder llevarlo a más ciudades de nuestro país.

Vía | Cuatro
Fotos | Surf search y Ara.Cat


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