
La difícil tarea de aprender a comer
Durante el primer año es cuando se producen los cambios más importantes en la vida de nuestro bebé. En pocos meses los hábitos alimentarios cambian totalmente, pasando de la exclusividad de la leche materna o preparada, al sistema propio de alimentación de los adultos. Es un momento crucial para educar a nuestro niño en el placer de la nutrición que, a partir de entonces, lo acompañará toda su vida. Si somos capaces de ofrecerle estímulos suficientes para disfrutar de una ingesta variada y rica, tendremos adultos sanos que, además, gozan con el placer de la comida.