Cada hora en el mundo mueren 33 mujeres por problemas en el parto
Hace ya bastantes años, nada más empezar los albores del nuevo milenio, todos los países se reunieron con el fin de buscar soluciones para los graves problemas que asolan en el mundo. Uno de ellos, y que sigue azotando como un auténtico vendaval, es la enorme cifra de mujeres que fallecen durante el embarazo y el parto en el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo.
Los problemas más graves a los que se tienen que enfrentar, durante el embarazo, el parto y tras él, van relacionados, en la mayoría de los casos, con hemorragias, diabetes, malaria o VIH, enfermedades y complicaciones que se podrían solucionar si tuvieran los medios médicos necesarios para poder ser atendidas. Algo que está en las manos de las naciones poder solucionar y que no necesita de milagros ni de grandes inversiones económicas, sólo un poco de voluntad y amor hacia su prójimo.
Pero aunque la cifra de estos fallecimientos ha ido descendiendo en las últimas décadas (según la Organización Mundial de la Salud desde 1990 se ha reducido casi a la mitad), todavía la cifra es excesiva para un mal que puede ser tratado de forma fácil y rápido. Según esta misma organización, y atendiendo a los últimos datos, cada hora mueren en el mundo 33 mujeres por complicaciones en el parto o embarazo, incluso durante las primeras horas después de haber dado a luz.
De hecho son las hemorragias graves, después del nacimiento del bebé, las que provocan la mayoría de fallecimientos, colocándose en un 27 por ciento. En segundo lugar nos encontramos con la hipertensión, seguida de las infecciones, complicaciones en el aborto y embolias. Los países que se encuentran con mayor riesgo de mortalidad son Chad, Somalia, India, Nigeria, República Democrática del Congo, Etiopía, Indonesia y Pakistán, entre otros.