Una dieta sana y equilibrada, la mejor herencia para nuestros hijos
Una dieta sana y equilibrada es el mejor regalo que podemos ofrecer a nuestros niños durante sus primeros años de vida. Pero ¿sabías que necesitan un aporte nutricional mucho más elevado que el de un adulto? No podemos obviar que hasta los tres años, nuestros niños van a crecer de forma más acelerada que durante el resto de su vida, además forman su cerebro y se consolidan el resto de sus órganos vitales, aquellos que harán que su «máquina» funcione a la perfección.
Las vitaminas, los minerales y el resto de nutrientes van a ser fundamentales para que su desarrollo sea perfecto. Sólo en energía, nuestro peque va a necesitar un aporte extra, ya que es durante este periodo cuando más la utilice, sobre todo cuando deja de ser un bebé para ir aventurándose en el mundo de la autonomía. Estudiar, correr, jugar, los deportes… son actividades fundamentales para nuestros niños que necesitan estar bien alimentadas.
Por ello la alimentación se convierte en el pilar fundamental de la salud de nuestros niños. Las vitaminas A y D, así como el hierro, resultan ser nutrientes cuyas cantidades, a estas edades, se multiplican. Pero ¿qué alimentos son los que se convierten en indispensables?
Una vez nuestro niño ha dejado la lactancia materna, es necesario que siga tomando su dosis de lácteos diarios. Es así como las leches enriquecidas o de crecimiento que nos ofrece Nestlé, son perfectas aliadas para esta etapa. Pero tampoco podemos olvidar los cereales, que tanta energía les aportan, o las frutas y verduras, así como las carnes y los pescados.
Una dieta sana y equilibrada es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos, con la tranquilidad de ofrecerles, no sólo una buena educación alimentaria, si no también un pasaporte a la salud.
Foto | Pixabay – Andibreit
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