De toda y para toda la vida
Hay algunos tipos de negocios que siempre nos han acompañado desde pequeños, y no solo a nosotros, sino también a nuestros padres, a nuestros abuelos, y esperemos que con suerte a nuestros hijos. Aunque todos podríamos tener muchas tiendas en nuestra cabeza, hoy nos estamos refiriendo en concreto a las papelerías.
Las papelerías siempre han jugado un papel muy importante en nuestras vidas ya que como mínimo, todos tenemos una etapa en la que estamos muy ligados a esta, y es la etapa escolar. En esta etapa, son cientos de miles los niños y niñas que año tras año, entran en sus papelerías más cercanas para hacerse con todo el material que necesitan para el colegio.
Sin embargo, no podemos obviar que se trata de un tipo de negocio que está potencialmente en desaparición, ya que muchos de los productos que se venden en ellas, se pueden obtener a través de internet o de las grandes superficies.
A continuación, y precisamente por esto, vamos a hablar de la importancia de las papelerías en el consumo de barrio.
Equilibrio
El primer motivo por el que tendríamos que esforzarnos por mantener abiertas las papelerías es el equilibrio. Estamos ante la generación más tecnológica de la historia, y esto evidentemente trae consigo muchísimas ventajas, pero también trae problemas. Por ejemplo, actualmente la mayoría de los niños más pequeños solo acuden a las papelerías cuando les piden en el colegio algo muy puntual que no encuentran en otro sitio, el resto del tiempo lo pasan en internet buscando juegos o formas de pasar el rato, pero muy alejados del ámbito de la papelería.
Este abandono de un pequeño comercio como son las papelerías, como la papelería Distrimar, hace que cada vez más personas estén perdiendo sus trabajos por la disminución de esta actividad tan bonita.
Evidentemente, no podemos obligar a nuestros hijos a que les guste más hacer una cosa que otra, pero sí que sería positivo para todos, poder volver a crear en los niños unas preferencias de este tipo, y una ética de consumo que tenga en cuenta siempre a pequeños comercios como estos.
Educación
El segundo elemento importante del que se hacen cargo las papelerías, es la educación.
Mientras que el uso de internet por parte de los niños es mayoritariamente como búsqueda de entretenimiento y distracción, las papelerías antiguamente estimulaban muchas más áreas de la educación de los más pequeños. En ellas se podían (y se pueden) encontrar muchísimos productos relacionados con la pintura o las manualidades aparte de todo el material relacionado con los libros puramente. Esto hacía que acudir a la papelería fuese algo divertido y a lo que pocos niños ponían resistencia ya que encontraban ahí, un foco de actividades interesantes relacionadas con la lectura, la pintura, las manualidades, etc.
Esto puede parecer poca cosa en un principio, pero es importante que lo veamos a largo plazo. Las papelerías son un negocio íntimamente relacionado con la lectura y la educación, dos elementos absolutamente claves a la hora de conseguir el desarrollo completo de las personas. Cuando nuestros hijos están familiarizados con un entorno de este tipo, es mucho más fácil que en un futuro sigan interesados en mantener vivo su nivel cultural y creativo a través de la lectura y el consumo en pequeños comercios como las papelerías.
Algunas como la papelería Distrimar, siguen luchando día tras día para seguir siendo un negocio presente en la vida de las personas (sobre todo de los más pequeños), para conseguir atender las necesidades más creativas e intelectuales que todos tenemos.
Realizar pequeños esfuerzos entre todos, para mantener vivos estos negocios, es sin duda algo que puede traernos muchas cosas buenas en un futuro.
Comentarios cerrados