Cuando hace unos años oí hablar por primera vez de los Puntos de Encuentro Familiares no tenía ni idea de lo que eran. Actualmente seguro que ya hay mucha gente que sabe lo que es, pero para los que acaben de enterarse de su existencia intentaré explicar en qué consisten. Desgraciadamente, tengo unas personas muy cercanas a mí que tuvieron que hacer uso de estos centros. Digo desgraciadamente no por los centros sino por haber tenido que llegar al extremo de necesitarlos.
Hace año y medio aproximadamente, la prensa se ocupó del caso de un menor con obesidad en Galicia a cuyos padres la Xunta quiso quitar la tutela. Según se explicó en aquel momento, se trataba de velar por la salud del niño, en peligro por su excesivo peso. En Estados Unidos hay quien piensa de la misma manera.
Supongo que desde una situación familiar estable es dificil hablar de custodias. Desde esa perspectiva yo lo tengo claro, los hijos no pertenecen a nadie y tienen derecho a disfrutar y ser educados y cuidados por sus dos progenitores. Solo en caso de maltrato o abuso a ellos o al otro cónyuge me parecería justo separarles de la fuente del daño. No me imagino luchando porque mis niños vieran menos a su padre que a mí, pero como digo no estoy en situación ni con indicios de estarlo.
Hace algunos días hemos compartido con ustedes una noticia de una mamá que le colocaba botox a su pequeña de 8 años de edad para que pudiera participar en diferentes concursos de belleza, alegando que para ella eso estaba bien y que la hija quedaba más bonita sin las arrugas típicas de expresión. Las declaraciones de la pequeña también eran preocupantes: "Cada noche compruebo si tengo más arrugas y si veo alguna quiero más inyecciones", anunciaba la pequeña.
Ya resulta suficientemente doloroso para un niño el hecho de que sus padres decidan separarse y emprender una nueva vida por separado, para que, entre esas decisiones también se batalle por la custodia del niño. Por desgracia son muchos los casos en los que se toma al hijo como moneda de cambio o vehículo con el que dañar al ex cónyuge, sin darse cuenta de que a quien realmente se está perjudicando es al menor.
El Vicepresidente primero y Ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado una modificación del Código Civil. A partir del mes de enero los condenados por violencia de género, perderán la patria potestad de sus hijos. Habrá cambios también en los artículos sobre sucesiones y tutela. Se trata, según el Gobierno, de evitar algunas situaciones paradójicas que se dan en la actualidad.