
Una de las mejores cosas que podemos regalarle a mamá en su día es nuestro cariño, ese va a ser, sin lugar a dudas, la mejor forma de demostrarle lo mucho que la queremos y lo bien que lo hace con nosotros día a día. Pero aprovechando que se celebra su gran día el próximo 5 de mayo, no está de más que le hagamos un obsequio, y si es con nuestras propias manos, mejor que mejor.
A los niños les encantan las manualidades, pero si además estos divertidos objetos les sirven para jugar, entonces habremos conseguido dos objetivos, primero mantenerlos entretenidos mientras los fabrican y después seguir entreteniéndose jugando con ellos. Aunque también, por encima de todo ello, hay una gran enseñanza y es la de animarles a reciclar y a utilizar aquellos materiales que, aparentemente, ya no nos sirven pero que pueden convertirse en un bonito objeto.
Para disfrutar de una fiesta de Carnaval con los más pequeños de la casa podemos disfrazarlos pero también podemos hacerles partícipes con unos simples detalles. En busca de ideas me he topado con unas divertidas narices hechas a mano que pueden servirnos para dar el toque final a un bonito disfraz o incluso para sorprender a los pequeños en las fiestas de cumpleaños.
Realizar manualidades con los niños suele ser una diversión de los más gratificante para ambos, tardes en las que se puede instalar el aburrimiento, acaban convirtiéndose en toda una experiencia en la que, además de disfrutar de un tiempo de ocio, hemos logrado convertir cuatro materiales inservibles en un divertido juguete con el que el pequeño, seguro, disfrutará jugando a una multitud de aventuras.
Encontrar manualidades para los niños más pequeños de la casa resulta un poco complicado por sus limitaciones en motricidad fina, pero eso no significa que no puedan colaborar en la decoración navideña y participar en el ambiente de Navidad. Voy a compartir con vosotros un par de manualidades que tienen como protagonista a Rudolph, el reno de nariz colorada de Papa Noel.