Acaba de realizarse un estudio en torno a los hábitos alimenticios familiares y la incidencia que tienen en la obesidad infantil, no sólo en el hecho de la elección de los alimentos sino, en la forma en la los tomamos. Al parecer comer en familia, y con una actitud positiva, previene a los niños de la obesidad, ese gran mal que afecta a un buen número de pequeños de los países desarrollados.
Gracias a unas novedosas camisetas inteligentes se podrá medir la cantidad de ejercicio físico que deberán realizar los pequeños con sobrepeso. Las mismas fueron creadas por los científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición.
El problema de la obesidad debe prevenirse desde la guardería. Un trabajo realizado en relación al sobrepeso puede dar una idea de la naturaleza del mismo, los especialistas en la materia se encuentran preocupados de que el 12 por ciento de los pequeños de cinco años tengan sobrepeso.
Ya sabemos que la obesidad es una de las grandes enfermedades del siglo. Tanto la poca actividad física como los malos hábitos alimenticios están provocando que los niños crezcan con sobrepeso y limitados a unas enfermedades que se derivan de estas malas prácticas. Si bien en algunos casos puede tratarse de alguna causa genética, en la mayoría de los casos son estos hábitos que, por desgracia, se han impuesto en nuestra sociedad, haciendo que se llegue a unos niveles mucho más que alarmantes.
Uno de los grandes problemas de nuestro siglo es la obesidad, especialmente la infantil. El cambio de hábitos en la diversión, la falta de ejercicio físico y la mala alimentación, hace que nuestros pequeños se vean abocados a una de las enfermedades más generalizadas de los últimos años. Y lo peor de todo, es que parece que no hemos tomado conciencia del todo de los graves problemas físicos, por no mencionar las secuelas psicológicas que quedan en los pequeños, que acarrea esta enfermedad que puede evitarse con un cambio de costumbres.
Uno de los graves problemas de salud a los que se tienen que enfrentar los niños en la actualidad es al de la obesidad. La vida sedentaria y la mala alimentación son los culpables de que, cada vez más, los pequeños presenten graves problemas de salud desembocados por estos malos hábitos. Uno de los más feroces son aquellos que van relacionados con su salud cardiovascular.
Lamentablemente cada día son más los niños que sufren de obesidad, pero este problema no siempre está ocasionado por comer demás. Se ha demostrado que la actividad física es casi más importante que llevar una alimentación adecuada.
Debido al creciente aumento de la obesidad infantil, los expertos se han puesto manos a la obra a fin de conseguir descubrir cuales son las causas principales de este elevado índice. Es evidente que la mayoría apuntan a la vida sedentaria y a una mala alimentación, que debería estar enfocada en la ingesta de verduras y frutas, teniendo como base nuestra sanísima dieta mediterránea.