Desde que nuestros hijos son muy pequeños se plantean situaciones relacionadas con el sexo. El descubrimiento de su propio cuerpo, la curiosidad por el de otro, el nacimiento de un hermanito o lo que ven y escuchan dentro y fuera de casa, les despierta la curiosidad. Hablar con naturalidad y responder con sinceridad adecuada a su edad no siempre es fácil.
A pesar de que los padres podemos sentir cierto pudor o vergüenza a la hora de dirigirnos a nuestros niños en ciertos temas relacionados con la sexualidad, lo cierto es que es importante que esa información venga desde nuestro lado ya que, de este modo, sabemos que va a ser tratada de una forma sincera y abierta impidiéndole crearle más confusión.
El Instituto Británico de Salud y Excelencia Clínica (NICE en sus siglás en inglés) se ha puesto manos a la obra para elaborar una guía sobre educación sexual para niños de cinco años, es decir, para pequeños que están iniciando la educación primaria, iniciativa que ya adoptó Holanda. Y es que la educación sexual en el páis anglosajón se iniciará precisamente a esa edad.
Desde primeros de año está funcionando en la Comunidad Autónoma de Canarias, el teléfono de ayuda a niños y adolescentes. Una iniciativa de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno insular, en colaboración con la Fundación Anar (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo). Su objetivo es ofrecer al menor asesoramiento gratuito y confidencial de forma anónima.
A todos nos llamará la atención que niños de tan sólo cinco años puedan recibir clases de sexualidad, pero hay estadísticas que respaldan esta práctica. Holanda es el país con la tasa más baja de embarazo adolescente en Europa. Parece que el motivo es la adecuada educación que reciben los jóvenes, que les hace plantearse las relaciones cuando se sienten seguros y preparados.
Según el periódico The Sun, en Reino Unido hay 15 niñas de diez años y 39 de once embarazadas. Aunque no son muchas, una sóla ya sería demasiado. Si se tienen en cuenta los embarazos en menores de quince años desde 2002 la cifra aumenta hasta 63.487 niñas. Hablamos de un país desarrollado en que tanto padres como hijos tienen acceso a la educación. Pero donde, obviamente, algo está fallando.