Uno de los componentes más importantes del ajuar del bebé es la trona o silla para comer. A partir de los ocho o nueve meses nuestro niño ya puede permanecer sentado, además con la incorporación de nuevos alimentos empieza a ampliarse, no sólo su mundo alimentario si no, también, su contacto social a la hora de comer.
Alquilar un coche en destino es una buena alternativa si viajamos con niños. Podemos desplazarnos en otro medio de transporte más cómodo para los peques y los padres y una vez allí, tomar un coche para la estancia. El problema es que puede resultar excesivamente caro, ya que para una familia no sirve cualquier modelo, debe ser relativamente grande, hay que usar sillas de seguridad para los pequeños y en ocasiones los dos padres se turnan para conducir, lo que también encarece el alquiler.
Es agradable comprobar que la industria pediátrica se ocupa cada vez más de ofrecernos productos que nos ayudan a disfrutar de la crianza con mayor comodidad y seguridad. Salir a comer fuera de casa con nuestro bebé puede suponer tener que ir cargada con el armatoste de la trona o, por el contrario, tenerlo en brazos durante toda la comida ya que, posiblemente, no va a querer perderse ni un detalle de esa fiesta familiar.
Además de aprender las letras, su orden y su grafía correcta, nuestros niños deben aprender a adoptar una postura adecuada en su silla de trabajo siempre que vayan a escribir. No debemos olvidar que las anomalías u errores que se asimilan a edades tempranas ya son muy difíciles de corregir en la edad adulta por lo que debemos llevar especial cuidado en enseñarles y corregirles siempre que veamos una mala posición delante de sus deberes escolares.
Desde la página web de Ikea, a través de comunicados en prensa y con carteles informativos, Ikea solicita a todos los clientes que hayan adquirido una trona Leopard que dejen de utilizarla y la devuelvan a su tienda Ikea más cercana. El motivo es que se ha comprobado, tras once informes de clientes, que supone un riesgo para los bebés que las utilicen.
Según un estudio elaborado por el RACC y Jané en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia, un 21,7% de los menores de 12 años, siguen viajando de forma insegura en el coche. Dato alarmante debido, sobre todo, al poco interés o conocimiento que expresan los padres ante la normativa sobre la seguridad de sus hijos mientras viajan en automóvil.
Llega un momento en que el bebé siente curiosidad por todo lo que sucede a su alrededor y ni quiere ni debe estar tumbado. Las hamacas son una buena elección como ya contamos en su día. Pero hay más opciones, una de las que más éxito ha tenido a nivel mundial es el asiento Bumbo, una sillita que mantiene sentado al bebé sin tener que atarle.
Estamos utilizando el Chicco Trio For Me como cochecito de nuestro bebé y me apetece compartir mi experiencia con vosotros. Lo primero que teníamos claro era que queríamos un carro ligero y que al cerrarse fuera lo suficientemente compacto para no tener que hacer un tetris cada vez que lo metemos en el maletero del coche.
El Real Automóvil Club de España (Race) acaba de publicar su informe anual sobre Seguridad en los Sistemas de Retención Infantil (SRI) 2009. El resultado no deja lugar a dudas, tres de cada 10 sillas no pasan las normas de seguridad establecidas. El informe concluye diciendo que el 29 por ciento de las sillitas infantiles adaptables al vehículo "suspenden en seguridad".
La cadena de mantenimiento y reparación rápida del automóvil, Midas, ha vuelto a poner en marcha el programa 'Bebé Seguro'. Un proyecto que trata de concienciar a todos los conductores españoles en materia de seguridad infantil cuando hablamos de viajar en coche.
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