De todas las mamás que nos encontramos en el calendario la que se lleva el premio por ser la más cándida, soñadora y tolerante con sus hijos es la Piscis. Especialmente tierna y muy benevolente, la mujer nacida bajo este signo dedica toda su vida, la mayoría de veces en exceso, a cuidar y proteger a sus niños. Tanto es así, que le resulta realmente difícil imponerles la disciplina necesaria para que los niños se eduquen en un perfecto equilibrio.
Si existe una mujer independiente y con firmes valores progresistas, esta es la nacida bajo el signo de Acuario. No suelen ser nada hogareñas y disfrutan de la vida desde la libertad y la independencia por eso el hecho de tener hijos puede suponer, a veces, un costoso trámite que superar al tener que dedicarle tantas atenciones y cuidados. Una vez superado ese primer escollo, se vuelcan a ellos con verdadera alegría, entregándose a sus tareas con gran devoción.
La mujer Capricornio es una mujer muy activa y con unos valores liberales muy pronunciados. Pero, de igual modo que cree en la libertad también resulta ser muy exigente con la justicia y los valores morales en los demás. Se preocupa, a veces en exceso, de que sus hijos aprendan, de forma muy temprana, a respetar a los demás y a ser, antes que nada, buenas personas.
Si existe una mentalidad totalmente abierta, ávida de nuevas experiencias y conocimientos esta es la de la madre Sagitario. La faceta intelectual es, para ella, muy importante en su vida ya que le ayuda a abrirse a nuevos mundos donde sentirse en consonancia con la sabiduría. Se dedican al estudio con verdadero afán y siempre tienen los deseos dispuestos para aprender y mejorar en la vida.
Si alguien es capaz de luchar hasta la extenuación por aquello que quieren o a lo que aspiran son las mujeres Escorpio. Valientes y guerreras se alzan como unas excelentes esposas y madres aunque los celos pueden ser una mácula dentro de su potencia tanto física como anímica. Conocedoras de las leyes y las normas, inquebrantables y seguidoras de ellas, también exigirán a sus familiares el cumplimiento de las mismas, especialmente a los niños.
La mujer Libra es, antes todo, un ser que tiene sus prioridades muy claras. Por lo tanto sabe encontrar el balance perfecto de tiempo para dedicar a todas las tareas que componen su vida. Tiempo para los niños, para la pareja y para el trabajo. Y todo eso gracias a una firme organización que suele llevar a rajatabla eso sí, siempre con la ayuda de su pareja.
Si hay una mujer que le gusta el orden en su casa y en su vida esa es la mamá Virgo. Le encanta que todo esté en su justo lugar, en su orden y según mandan sus propio cánones. Algo que le puede causar mucho nerviosismo sobre todo porque con niños en casa, esta estricta organización suele ser, en la mayoría de los casos, una utopía.
La madre Leo, como su nombre indica, es la más indicada para ser la reina de cualquier núcleo familiar o reunión. Acapara, por sí misma, el centro de atención, algo que le enorgullece de sobremanera y llega a entristecerle enormemente si no es así. Es toda una leona para sus hijos y en cuanto llegan al mundo se vuelca en ellos de forma total y absoluta.
Seguimos transitando por el mundo de las estrellas y de lo que ellas nos cuentan en torno a las características principales de los nacidos bajo determinados signos zodiacales. Tras la madre Géminis nos encontramos ahora con aquella nacida en pleno verano y cuyo don especial es la inmensa capacidad de protección que ofrece a sus hijos, algo que si bien es una virtud, como todo en la vida hay que aprender a controlar y dosificar.
Después de conocer las características básicas de las mamás que han nacido bajo los signos de Aries y Tauro, ahora es el momento de acercarnos a la mamá Géminis, una mujer cuya principal virtud es la alegría pero que, al mismo tiempo, resulta ser, en algunos casos, excesivamente disciplinada. Para ella es fundamental que todo tenga su sitio, su orden y su horario. Se come a una determinada hora, hay que sentarse bien en la mesa, los juguetes tienen su lugar específico y es vital cumplir los horarios para todo. Algo que, con casi absoluta seguridad, los niños acaben cansándose y empiecen a desobedecer tanta orden estricta.
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