Serpientes como mascotas

Serpientes como mascotas

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    6 agosto 2011     2 minutos

Seguiremos contándote acerca de los animales que son tomados como muchos como mascotas. Es importante estar informados a la hora de adoptar un animal y de estar seguros de querer asumir la responsabilidad, como decimos cada vez que tratamos esta temática, los animales no son muñecos, ellos tienen sus derechos y nosotros no podemos desconocerlos.

En primer lugar queremos decirte que las serpientes suelen tener diferentes caracteres, dependiendo de cada especie en particular. Las más usadas como mascotas son las boas constrictoras. Unas serpientes que tienen un tamaño más que considerable, y más si se tiene en cuenta las ganas de los niños de tocarlas.

Según los expertos estas serpientes tienen un carácter dócil y tranquilo, son fáciles de alimentarlas y la baja atención que requieren. Pero nunca se debe tener una serpiente si no se tiene la experiencia y el conocimiento necesario. Nunca debemos perder de vista que son animales salvajes y pueden llegar a tener instintos que desconocemos.

El algunos sitios se ha vuelto una moda tener una serpiente como mascotas, pero el hecho de tener una mascota no debe ser una moda.

Las serpientes no pueden controlar su temperatura corporal por si misma, sino que deberá ser regulada por el medio ambiente. La temperatura ideal para su hábitat es de 20 a 40 grados. La piel de las serpientes se caracteriza por ser seca, ya que no tienen glándulas. Muchas serpientes son carnívoras cuando son adultas y se alimentan de ratones, peces, grillos o gusanos.

El hábitat de la serpiente debe contar musgo y hojas, estas deben mantenerse secas para evitar la aparición de microorganismos, además se debe colocar un recipiente con agua lo suficientemente grande como para que entre la serpiente enrollada. Dentro de los hogares se aconseja que vivan en terrarios y que estos sean desinfectados mensualmente. Además debe contar con algunos escondites.

Vía | Serpientes Anipedia
Foto | Flickr – Dina Mene