Caramelos vestidos para Halloween: dulces y monstruosos
Me he encontrado con esta sencilla idea para ‘disfrazar’ unos caramelos con palo y llevarlos en la cestita de repartir dulces la noche de Halloween. Esta manualidad va dirigida especialmente a papás y mamás creativos, como tú.
A los niños les encanta que les regalen dulces el 31 de octubre, aunque los padres sufrimos por sus dientes, y nos preguntamos ‘si no les dolerá la barriga después del atracón’; estoy segura de que muchos apreciarán más un dulce decorado para la ocasión a 10 simples gominolas, por lo menos le añadimos emoción, y eso nunca viene mal.
Qué necesitamos
- Caramelos de palo (chupa-chups o similares).
- Trozos de tela de lino o algodón sin trama de color beige, crudo o blanco (de unos 20 centímetros cuadrados); busca en una tienda de retales
- Lazos de rafia negros y de color naranja.
- Tijeras.
- Marcador permanente de color negro.
Solo tienes que cortar la tela, sujetarla con cuidado al caramelo con lazos (de unos 15 centímetros de cada color por cada palo), ajustar y arreglar las puntas que te quedan, y dibujar los ojitos de los fantasmas, puedes añadir una boca ‘de miedo’ si así lo deseas.
También puedes incrementar el efecto haciendo rasgaduras en las sabatinas de los fantasmas con unas tijeras pequeñas de costura, de esas que tienes fuera del alcance y de la vista de los niños, por si acaso.
Así que, ya sabes: métete una tarde en casa con los niños y los materiales necesarios, y preparad tantos caramelos como compañeros de clase tienen, más un buen puñado adicional, porque cuando los peques con los que se crucen vean vuestra obra de arte, van a querer comerse a esos adorables fantasmas.
Ya verás con qué poco esfuerzo alegras la noche de los muertos a más de uno, y tus hijos te van a adorar.
Vía | Women’s Forum
Comentarios cerrados