Colágeno después del embarazo: ¿vale la pena?

Si acabas de ser mamá y sientes que tu piel ya no tiene el mismo brillo, que tu cabello se cae más de lo normal y que tus uñas están más frágiles que nunca… tranquila, es totalmente normal. Nuestro cuerpo acaba de pasar por uno de los procesos más intensos de su vida y necesita tiempo (y ayuda) para recuperarse.
El colágeno puede convertirse en tu aliado en esta etapa postparto. Te cuento por qué y cómo aprovecharlo al máximo.
¿Qué pasa con nuestro cuerpo después del embarazo?
Después del parto, muchas mujeres experimentamos una caída masiva del cabello (hola, regadera llena de cabellos), la piel pierde firmeza y las uñas se vuelven débiles y quebradizas. ¿Por qué? Porque durante el embarazo, el cuerpo prioriza al bebé. Literalmente.
Muchas reservas nutricionales se destinan al desarrollo fetal, y tras el parto, nuestros niveles de colágeno bajan muchísimo.
Además, el cóctel hormonal que vivimos (menos estrógeno, más cortisol), la falta de sueño, el estrés, una posible alimentación desbalanceada y la lactancia… todo eso hace que la regeneración de tejidos sea más lenta. Es como si nuestro cuerpo dijera: “tengo mil tareas pendientes y ninguna energía para cumplirlas».
¿Qué es el colágeno y por qué puede ayudarte?
El colágeno es una proteína que forma parte fundamental de la piel, el cabello, las uñas, los cartílagos y los tejidos conectivos. Pero a partir de los 25 años nuestra producción natural empieza a disminuir. Después del parto, esa producción cae aún más.
Y es ahí donde entra el colágeno hidrolizado, un suplemento que aporta directamente los péptidos necesarios para estimular la regeneración desde dentro. ¿El resultado? Piel más firme e hidratada, menos caída de cabello, uñas más fuertes y mejor recuperación muscular y articular.
Porque sí, el colágeno también ayuda a regenerar tejidos internos y articulaciones que, después del parto, lo necesitan (y mucho).
Cómo tomarlo
Hoy en día hay mil opciones en el mercado, pero no todas son iguales. Busca siempre estas características: colágeno hidrolizado, con peso molecular bajo, sin aromas artificiales.
Dosis recomendada: lo ideal son 10 gramos al día de colágeno hidrolizado (también llamado «péptidos de colágeno»), durante al menos 8 a 12 semanas para empezar a notar resultados visibles.
Mejor momento del día: puedes tomarlo por la mañana o por la noche, lo más importante es tomarlo todos los días.
Si lo combinas con vitamina C, mucho mejor, ya que ayuda a estimular su absorción (algunos colágenos ya vienen con vitamina C, como este que me pareció muy bueno).
Una idea práctica que a mí me funciona: échale una cucharadita a tu licuado de frutos rojos, tu jugo de naranja o incluso a tu café (si es sin sabor).
Formato más cómodo: para mí, el colágeno en polvo sin sabor es el más versátil (no altera el sabor de nada y lo puedes mezclar con cualquier bebida).
¿Se puede tomar colágeno durante la lactancia?
Esta es una de las preguntas más comunes y la respuesta es: sí, se puede. El colágeno es una proteína natural, presente también en algunos alimentos como el caldo de huesos o el pescado. Si eliges un suplemento de buena calidad, no hay problema en tomarlo durante la lactancia. De hecho, puede ayudarte a cubrir necesidades nutricionales aumentadas en esta etapa.
¿Qué resultados puedes esperar?
Vamos con expectativas realistas, porque esto no hace milagros. Pero sí puede ser tu pequeño secreto para sentirte bien contigo misma:
- Semana 3 a 4: Menos caída de cabello, uñas que ya no se parten tan fácilmente.
- Semana 5 a 6: Piel más elástica y con mejor textura
- Semana 8 en adelante: Mejora general de firmeza, tono y energía
Y lo más importante: la sensación de darte un ratito para ti, que es algo que muchas olvidamos después del parto.
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