Embriones más sanos en el tratamiento de FIV
Científicos australianos descubrieron un nuevo método que ayudaría a mejor la salud del embrión y también la potencial posibilidad de predecir el sexo del bebé siendo un embrión y antes de su implantación.
La investigación fue presentada por el Centro de Fertilidad de Australia y en ella colaboraron miembros de la Universidad de Melbourne y ReproMed.
Según el profesor Gardner el éxito se debe a la ingesta de glucosa de los embriones que van creciendo en el laboratorio. La glucosa usada es similar a la que produce en forma natural en el útero. El científico dijo que los especialistas sabían la cantidad exacta de glucosa que debía agregarse en el embrión antes de ser insertado.
El nivel de la glucosa puede ser medido en cuatro o cinco días luego de la fertilización, entonces se puede fijar cuanto ha crecido el embrión. Al poder medir el consumo de la glucosa de un embrión se puede saber cual es el más saludable de todos.
En esta investigación participaron 50 pacientes. De ellas, 32 tuvieron una prueba de embarazo efectiva luego de la transferencia de embriones y 28 bebés nacieron en óptimas condiciones.
Otro aspecto interesante de este estudio es que los embriones femeninos podían absorber más cantidad de glucosa que los masculinos. Esta observación temprana, podría ayudar potencialmente a determinar el sexo del bebé siendo aun un embrión no implantado.
Seguramente en este último punto se podrán escuchar diferentes opiniones. El debate se plantearía en lo que podría suceder si uno, por diferentes motivos, ya sean culturales o individuales, quisiera una nena y estaría por llegar un varón.
Vía | Medical News Today
Foto | Flickr – Alejandro Colombo
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