El error de alimentar en exceso a un bebé
Uno de los errores más frecuentes que podemos cometer las madres, especialmente las primerizas, es el de excedernos con la alimentación del lactante. Esto además de perjudicar su salud en el presente lo hará en un futuro. Cuando un pequeño es forzado a comer terminará teniendo regurgitaciones y, en algunos casos, vómitos.
Por lo general el problema de exceso de alimentación es generado cuando se empieza a dar la alimentación complementaria. Cuando el pequeño sólo se alimentaba con leche (de fórmula o materna) es más difícil que se genere este exceso.
En los primeros seis meses el exceso de alimentación se da cuando se preparan biberones que son muy concentrados o cuando se quiere calmar a los pequeños con alimentos para evitar que se quejen o por miedo a que pasen hambre.
En el caso de los biberones muy concentrados deberemos pensar que no es un error en el que debemos caer ya que con esto lo que hacemos es modificar la concentración de la leche, que se volverá hiperconcentrada y generará la deshidratación del pequeño.
Cuando la alimentación excesiva es mantenida a lo largo de los años lo que estaremos generando es que el niño gane un peso que le hará tener una tendencia hacia la obesidad. Cuando la dieta es excesiva en hidratos de carbono aparecerán dolores en el estomago, flatulencias y gases.
Ten en cuenta que será el pediatra quien se encargue de guiarte en la mejor alimentación de los niños, el profesional te dará las pautas adecuadas para que la salud se mantenga en el tiempo en óptimas condiciones, sin que le falta ningún nutriente y sin caer en excesos.
Vía | Mapfre
Foto | Flickr – Cristian Menghin