Un perrito que ayuda a los niños con trastornos de sueño

Un perrito que ayuda a los niños con trastornos de sueño

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    15 enero 2015     2 minutos

Hoy queremos contarte la historia de un perro chihuahua que tiene la capacidad de ayudar a los pequeños que sufren de trastornos de sueño. Cuando uno observa al perrito, llamado Watson, es igual que cualquiera pero tiene una virtud muy especial.

Un simpático chihuahua tiene la capacidad de ayudar a los pequeños que sufren trastornos de sueño. Cuando uno observa al perrito, llamado Watson, es igual que cualquiera pero tiene una virtud muy especial.

Watson, quien tiene la misma enfermedad, ayuda a los niños con narcolepsia a comprender mejor su trastorno. Recordemos que la narcolepsia es una trastorno que se caracteriza por una gran somnolencia diurna que, en muchos casos, deriva en ataques de sueño repentino que el paciente no tiene la capacidad de controlar, condicionando de alguna manera su vida.

Sufrir narcolepsia puede ser realmente duro en la niñez, ya que por desconocimiento de la enfermedad los pequeños puede sufrir burlas por parte de sus compañeros o de los adultos que desconozcan el problema.

Tanto los niños como los jóvenes suelen tener la sensación de que están teniendo un problema de conducta y no pueden solucionarlo, desmotivándolos y en algunos casos deprimiéndolos. Se puede genera una mala relación con los amigos afectando su calidad de vida. La narcolepsia es causada cuando el sistema inmune ataca ciertas neuronas en el cerebro.

Watson se ha presentado como una buena ayuda para estos casos. La noticia ha sido anunciada por el director del Centro de Stanford para las Ciencias de Sueño, Emmanuel Mignot. Watson se muestra tímido con los niños que recién conoce, pero Mignot asegura que tiene buena relación con los niños con narcolepsia.

Este tipo de pacientes crece cada día más desarrollando síntomas que pueden ser graves, como una somnolencia casi constante o episodios repentinos de parálisis musculas. El perro puede generar una cataplejía y los niños pueden ver como se comporta en esos casos.

«A veces los ataques de Watson son rápidos, otras veces ocurren de manera repetitiva«. Observar al perrito comportarse frente a esta situación permite que los pequeños puedan tranquilizarse.

Vía | 24horas
Foto | Flickr – Chrls Besett


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