Poema: Nana para dormir a los muñecos
Uno de los libros más hermosos y tiernos que escribió la poetisa madrileña Gloria Fuertes, se titula «Nanas para leer en la cama». La musicalidad, la sencillez y, al mismo tiempo, ese derroche de imaginación que caracteriza todas las composiciones de Gloria, nos trasportan a los mundos dorados de la niñez en los que nos sentíamos capaces de organizar toda una batalla con soldados de plástico o hacer que nuestros muñecos de trapo se marcharan a la cama sin rechistar.
Hace unos días ya os dejamos una de esas nanas, «Te contaré un cuento». Hoy, siguiendo con nuestro periplo de versos y sueños, vamos a conseguir que nuestros juguetes caigan, también, en los brazos de Morfeo. Y es que, si alguien ha derrochado imaginación y fantasía en el mundo de las letras dedicadas a la infancia, esa ha sido Gloria Fuertes.
NANA PARA DORMIR A LOS MUÑECOS
Tengo dos muñecos
y una muñeca,
se llaman Canutillo,
Marmolejo y Rubipeca.
Les tengo que cantar
para que se duerman.
He inventado tres nanas,
aprendedlas.
Duerme, Rubipeca,
que ya son las ocho,
ni una oveja bala,
ya duerme Pinocho,
hasta el río
se ha quedado dormido,
encogido en el pozo.
Duerme, Marmolejo,
que ya son las nueve,
ni un pájaro pía
ni un árbol se mueve,
hasta el viento
se ha quedado dormido
porque ha visto que llueve.
Duerme, Canutillo,
que ya son las diez,
ni una rana canta
ni queda un ciempiés,
hasta el grillo
se ha quedado dormido,
dormido de pie.
Poema | Gloria Fuertes