La reproducción asistida aumenta el riesgo cardiovascular en el bebé
Desde que se consiguió aquel primer milagro en el que se pudo concebir a un bebé en unas condiciones en las que, hasta entonces, se consideraban imposibles, la fecundación in vitro se ha convertido en una tabla de salvación para muchas familias que, a pesar de ansiar la llegada de un bebé, por unas causas u otras, la puerta seguía cerrada para la maternidad.
Los médicos e investigadores, desde entonces, han querido, al mismo tiempo, mirar con lupa y detenidamente, el estado de salud de estos bebés concebidos de forma distinta. Después de algunos años de investigación, el Hospital Clinic de Barcelona, junto a otras entidades sanitarias, ha determinado que los bebés que han sido creados bajo la reproducción asistida tienen más riegos de problemas cardiovasculares a lo largo de su vida.
Después de hacer un seguimiento minucioso, a 100 embarazadas naturales y 100 in vitro, se ha comprobado que, ya desde el útero, el corazón de los niños gestados en el laboratorio, sufren distintos cambios que pueden ser comparables a aquellos que padecen diabetes u obesidad grave. De hecho, llegados los 10 años se puede comprobar que su presión es demasiado alta para su edad y las arterias más gruesas de lo normal.
Al mismo tiempo, estos investigadores, y a fin de no levantar alarmas innecesarias en los padres que han empleado esta técnica, comunican que siguiendo una dieta adecuada, rica en Omega 3 y llevando una vida saludable, todos estos problemas pueden revertir. Es importante, evitar la obesidad y llevar un control adecuado en la presión arterial del pequeño.
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