Seguridad vial: niños y padres deben viajar en coche sin abrigo
Durante el otoño, el invierno y la primavera, los looks a capas se convierten en los protagonistas del armario de niños y bebés. Es decir, es habitual vestir al peque con diferentes texturas y prendas para sumar elementos o quitar algún artículo en función del momento. El coche es uno de los espacios que forma parte de la rutina de muchas familias que hacen diferentes desplazamientos en este medio de transporte.
Y cuando el ritmo del día a día está marcado por la prisa y la urgencia, es habitual quitar importancia a pequeños detalles para avanzar con más rapidez. En otros casos, el niño lleva el abrigo puesto como una forma de protección y cuidado si hace fresco en el interior del vehículo.
Cuando el abrigo se convierte en un potencial peligro en el coche
Quitar el abrigo al niño cuando viaja en su silla es un requisito esencial. Por tanto, es fundamental evitar que el peque lleve el abrigo puesto cuando viaja en el coche. Hay que tener en cuenta que es una prenda que añade volumen. Y, para garantizar el óptimo funcionamiento del sistema de retención infantil, debe ofrecer un buen ajuste que se adapta completamente a sus necesidades. Un abrigo es una prenda que puede tener un volumen significativo en función de su composición. El peligro que se deriva de esta situación es especialmente visible si se produce un movimiento brusco a partir de un frenazo repentino que pone en evidencia las carencias de las medidas adoptadas para proteger al menor.
Y es que, tan importante como seleccionar los medios adecuados para que el niño se desplace en coche con un sistema eficaz, es hacer un buen uso de los recursos utilizados. El abrigo interfiere como una barrera negativa en este contexto porque impide el ajuste adecuado. Es decir, el volumen que suma el abrigo interfiere de manera inmediata en la eficacia del sistema de retención en caso de accidente. Las consecuencias, en los casos más graves, pueden tener un importante alcance.
El conductor también debe conducir sin abrigo en el coche
El peligro que se deriva de esta circunstancia no solo implica a los niños, sino también al conductor y, en consecuencia, a todos los ocupantes del coche. Como hemos recordado en numerosas ocasiones en Uno más en la Familia, padres y madres, así como otras figuras de referencia del niño, educan por medio de sus acciones y comportamientos. Pues bien, como conductor también transmites un ejemplo positivo a tu hijo cuando te quitas el abrigo antes de entrar al coche. En caso de no hacerlo, el conductor experimenta un peligro añadido porque el cinturón no se alinea completamente con su cuerpo.
Ante la cercanía de los viajes de Semana Santa, conviene recordar esta cuestión que, por otra parte, resulta esencial en los desplazamientos cotidianos.
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