Los niños deben aprender a relacionarse con los libros desde que son pequeños aunque a los niños les cuesta hacerlo precisamente porque asocian los libros con el cole, es decir, con el esfuerzo y el trabajo que supone memorizar datos. Existen otras formas que tienen los padres para poder ayudar a cualquier niño a disfrutar de las páginas de la literatura infantil.
En verano, la piscina es una alternativa de ocio muy deseable para la mayoría de las familias pero especialmente para los más pequeños que disfrutan nadando y jugando en el agua. Desde hace unos años, las piscinas de Navarra cuentan con un añadido cultural muy interesante: la bibliopiscina. Las bibliotecas públicas trasladan sus fondos bibliográficos a la piscina para que los adultos puedan entretenerse leyendo el periódico y los niños puedan ejercitarse en el arte de la lectura.