Las técnicas de reproducción asistida permiten que mujeres que rozan la menopausia e incluso que ya están en ella, se conviertan en madres. La naturaleza por sí misma también permite algunos embarazos tardíos aunque la fertilidad a partir de los 35 años desciende rapidamente. A los 40 años la esterilidad es del 65 al 70 por ciento y se estima que la edad fértil de la mujer termina entre los 47 y los 50 años.
No es la madre más mayor del mundo ni de Europa, pero sí de su país, Holanda. Una mujer de 63 años ha sido madre en ese país en el que las técnicas de fertilización están limitadas hasta los 45 años. Lo ha logrado en la clínica de un controvertido doctor italiano, Severino Antinori, quizá aprovechando lo fácil que es encontrar vuelos baratos a Milán o Roma. Este médico ha llamado talibanes a sus compañeros de profesión holandeses, por no permitir la inseminación en mujeres de edad más avanzada.
Hace año y medio contamos la historia de una mujer que por un error en la Fertilización In Vitro (FIV) había recibido el embrión de otra pareja y dió a luz un bebé que no era su hijo. Hoy podemos leer en la página web de Telecinco la misma noticia, aunque por como lo cuentan parecería un nuevo caso. No mencionan la fecha ni el motivo por el que vuelven a salir en la prensa.
La mayoría de las parejas que se somete a Fertilización In Vitro (FIV) no sabe que hacer con los embriones sobrantes. Estos se acumulan en las clínicas de fertilidad a la espera de que o bien los padres decidan su futuro, o bien venzan los cuatro años que tienen de plazo y pasen a ser propiedad del centro. Las opciones para los padres son reservarlos para su uso propio en un futuro, donarlos a otras parejas o a la investigación o destruirlos.
Hay estudios que relacionan los hábitos de la madre antes de quedar embarazada con la salud o el desarrollo del futuro hijo. Incluso algunas prácticas del padre antes de buscar al bebé pueden beneficiarle o perjudicarle. También hablado muchas veces del peligro de beber alcohol durante la gestación, a pesar de que aún hay quien piensa que un poco no hace daño. Una nueva investigación apunta a que beber alcohol cuando se inicia un tratamiento de fertilidad limita las posibilidades de embarazo.
Se llama Juan, cumplió cinco meses ayer y es de Teruel. Su madre, Ana, asegura que el pequeñín es muy simpático y cariñoso y que come y duerme muy bien. El pequeño es noticia por ser el primer bebé nacido en el mundo tras el uso del EmbryoScope. Este sistema permite hacer fotografías cada 10 minutos del embrión. Durante los tres días que suele durar el proceso entre que se fecunda el ovocito y hasta que se implanta en el útero, el Embryoscope hace una minuciosa observación.
Son muchas las parejas que saben lo dificil que es conseguir un embarazo. La excepción, de hecho, son las que lo logran en los primeros intentos. Aunque, esto no debe ser motivo para confiarse en caso de no querer un bebé, la dificultad no impide que haya quien se queda embarazada a la primera. Según una investigación realizada en el Centro de Fertilidad Shady Grove, en Maryland, por Michael John Tucker, sólo el 7,5 por ciento de los intentos en laboratorio consiguen un embrión.
Científicos australianos descubrieron un nuevo método que ayudaría a mejor la salud del embrión y también la potencial posibilidad de predecir el sexo del bebé siendo un embrión y antes de su implantación.
Nature ha publicado una investigación realizada en la Universidad de Stanford que puede mejorar los resultados de fecundación in vitro. Mediante un microscopio los autores han filmado el desarrollo de los embriones los días posteriores a la fecundación. Buscaban una forma de saber qué cigoto podría desarrollarse hasta ser un blastocito a los 5 o 6 días de la fecundación y antes de que se implante en el endometrio.
Un estudio recientemente publicado en An International Journal of Obstetrics and Gynaecology (BJOG) y realizado por el equipo de Jishan Dean, del Colegio de Salud para Mujeres y Niños de la University of New South Wales, ha comprobado que algunas técnicas de fecundación asistida, favorecen el nacimiento de varones. La investigación se ha realizado en Australia y Nueva Zelanda, en clínicas que cumplen con la legislación, que prohíbe la elección de sexo.
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