Opinión
Que todos los niños tengan un grado saludable de inquietud podemos decir que es hasta casi normal y esperable. Su vitalidad y su ritmo de vida no están relaciones con los de los grandes y por eso parecen estar más ‘acelerados’. Es bueno y hasta parece divertido que los padres les sigan el ritmo, el tema es sentir si uno está en condiciones de hacerlo.