Niños nerviosos

Niños nerviosos

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    21 enero 2010     2 minutos

Que todos los niños tengan un grado saludable de inquietud podemos decir que es hasta casi normal y esperable. Su vitalidad y su ritmo de vida no están relaciones con los de los grandes y por eso parecen estar más ‘acelerados’. Es bueno y hasta parece divertido que los padres les sigan el ritmo, el tema es sentir si uno está en condiciones de hacerlo.

Claro que no todos los pequeños son iguales y algunos padres suelen comparar a los pequeños con otros que son muchos más tranquilos, y en apariencia correctos. En este punto tendremos que empezar a hablar del ‘temperamento’ que todos traemos desde que nacemos y es lo que nos diferencia de otros, ya seamos adultos o niños.

Dentro del temperamento encontramos lo que se conoce como ‘nivel de actividad’. Por esa razón hay pequeños más tranquilos que otros. Si vemos que nuestro hijo es más inquieto deberemos permitirle moverse. Necesitara más espacio tanto dentro como fuera de la casa y debemos tratar de no ponerlo frente a situaciones en donde deba estar más tiempo quieto. Debemos pensar que a medida madure va a ir logrando mayor autocontrol.

Si los padres son más tranquilos, quizás sientan que tienen menos paciencia frente a un niño con tanta energía, pero deben verle el lado positivo y ver que cuando los pequeños crezcan esta característica podrá ser algo positivo.

Otra característica del temperamento es la intensidad de reacción. Se trata de la energía con la que un pequeño expresa lo que siente. Lo veremos reflejado tanto el la intensidad de su risa y en la de su enojo.

Cuanto más intensidad pongan debemos estar más alertas, que sus rabietas no se tornen una manera de manipularlos, viendo que estos enojos sean realmente justificados.

Los chicos más complicados son los que sin salirse de su normalidad cuentan con ritmos biológicos o rutinas diarias que son irregulares. Les cuesta más acomodarse frente a nuevas situaciones y necesitan ser tratados con mayor firmeza y flexibilidad. Además de con un plus de delicadeza y atención.

Vía | Ahora Mamá