Día de la madre: versos para recordar toda la vida

Día de la madre: versos para recordar toda la vida

Escrito por: María Fuentes Gimeno   @MariaFuentesGim    13 abril 2015     1 minuto

Como todas, mi madre también fue víctima de los marcos hechos de macarrones, los collares con piezas de pasta engarzadas y, cuando fui un poco mayor, cojines, cuadros y hasta mantelerías de un dudoso punto de cruz. Todos ellos ocuparon un par de días, el puesto presidencial de la cocina, pero luego fueron a parar a la oscuridad de algún cajón y del olvido.

Sin embargo hubo un regalo que los superó a todos, uno que pervivió en el tiempo y en la memoria, algo que todavía mi madre recuerda con cariño y que para ella, según dice, fue el mejor de todos: unos simples versos.

Cuando a penas tenía cinco años, mi profesora de preescolar nos hizo garabatear una y otra vez una poesía en una hoja de papel, hasta que se me quedó grabada a fuego en la memoria. Después, cuando mi letra ya era legible, tuve que volver a escribirla ¡a boli! en una cartulina con el collage de un pájaro. La primera vez que escribí con tinta indeleble fue para decirle a mi madre que la quiero y eso, te marca la vida.

Por esto, invito a todos los padres a que le enseñen a sus hijos la fuerza de la palabra, a que les muestren modos de decir te quiero. Esta fue la forma en la que a mí me enseñaron:

«Mamita preciosa
mi dulce embeleso
deja que en tu cara
deposite un beso

Deja que me ponga
sobre tu regazo.
Deja que te estreche
en un tierno abrazo».

Foto | Flikr-plumnutz