El estrés sufrido en la infancia podría convertirse años después en enfermedad psiquiátrica

El estrés sufrido en la infancia podría convertirse años después en enfermedad psiquiátrica

Escrito por: Macarena   @Macarenagonzal    26 julio 2015     3 minutos

Leemos en KidsHealth que algunos de los signos que permiten reconocer estrés en los niños son: mal comportamiento, enuresis sobrevenida, cambios generales (y a corto plazo) en a conducta, o patrones de sueño modificados repecho a los habituales. También hay peques con problemas de concentración, incluso que tienden a pasar tiempo a solas voluntariamente. A muchas personas les cuesta creer que los niños puedan tener estrés, ¿cómo? ¡pero si se les da todo hecho y apenas tienen preocupaciones!; en realidad sufren demasiadas presiones, apenas tienen tiempo libre, y por si fuera poco carecen de oportunidades para llevar una verdadera vida de niño con lo que ello implica (posibilidad de jugar, cierta libertad, falta de actividad física,…). Sin contar con acontecimientos puntuales que son claramente estresantes para ellos, como la muerte de un ser querido, una mudanza, la separación de los padres, y otros que me dejo en el tintero.

La Asociación Española de Psiquiatria del Niño y del Adolescente (AEPNYA), nos ha alertado esta misma semana de la repercusión que tendrá el aumento de casos de ansiedad y estrés en niños / adolescentes, sobre las enfermedad psiquiátricas de adultos en la próxima década. Estiman que siete de cada 10 casos de trastornos en niños no diagnosticados o tratados correctamente, se cronifican con el paso de los años. Parece que la prevalencia de enfermedades psiquiátricas (en general) es mayor entre la población infantil que reside en zonas deprimidas, y que recibe una alimentación deficitaria; hay otros factores como la presencia de patologías psiquiátricas o abuso de drogas (incluyendo alcohol, en los padres.

Para la asociación mencionada, la psiquiatría infantil aún carece de especialidad MIR para la formación, a pesar de haber sido reconocida como especialidad, por lo que es un paso que aún se debe dar. De lo contrario se dificultaría el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad

Según la presidenta de AEPNYA, aproximadamente el cuatro por ciento de los casos recibidos en unidades de psiquiatría infantojuvenil son graves, y podrían estar relacionados con trastornos del espectro del autismo, o psicóticos, entre otros problemas serios. Y el porcentaje total de niños con problemas de salud mental es del aproximadamente del 20 por ciento; coincidiendo con cifras en otros países europeos. Parece que hay cierta reticencia a aceptar tratamiento especializado debido a la discriminación que pudieran sufrir los afectados.

Y si tengo que ser sincera, cuando leo este tipo de noticias, me surge una preocupación y un miedo: la primera es ser consciente de la incapacidad que como sociedad hemos mostrado en la prevención de estas problemáticas, es decir ¿cómo es posible que no hemos sabido evitar los factores causantes de los problemas de salud mental en la infancia? La segunda tiene más que ver con la tendencia a ‘abusar’ de los medicamentos en estos casos, dado que no soy psiquiatra, no es más que una percepción, aunque cierto es que desde ciertos sectores del colectivo de pediatras ya hace algún tiempo que se viene alertando al respecto.

Foto | allspice1


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