Es vital para el ser humano poder expresar sus sentimientos, quizás esta es la función principal del arte. A través de las distintas manifestaciones artísticas logramos conectar con el mundo de los sentimientos, con ese etéreo paisaje que habita en nuestra alma y que nos enseña todo un universo de emociones que necesitamos transmitir. Los niños son una fuente inagotable de emociones, sentimientos y novedades anímicas que, en muchas ocasiones, no saben donde situarlas, por eso pintan, escriben, cantan o se inventan personajes imaginarios que, al fin y al cabo, pertenecen a su mundo de sentimientos.
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