El verano puede ser una época maravillosa para los niños. Descansan de las tareas escolares, las temperaturas se vuelven más amables y disfrutan del aire libre con toda su plenitud. Son largas las semanas que les esperan hasta que llegue el regreso a la escuela, por eso, entre aburrimiento y aburrimiento, no está de más que les programemos alguna actividad con la que, además de divertirse, aprendan conceptos nuevos y se sumerjan en materias distintas, especialmente aquellas que van relacionadas con el arte y que les imprimen un punto de sensibilidad y reflexión.
Seguir leyendo