5 consejos para salir de fiesta con tus amigos después de ser padre

La vida social cambia de forma significativa después de tener hijos. Salir de fiesta suele convertirse en una alternativa que se disfruta con menos frecuencia. Sin embargo, de vez en cuando, cada cena o evento que se organiza con los amigos se transforma en una ocasión para disfrutar de otras esferas de la vida. Existen renuncias o cambios de rutinas que padres y madres hacen de forma consciente durante un tiempo cuando forman una familia. A pesar de que surgen nuevas necesidades, salir de fiesta es una opción viable en la mayoría de las ocasiones, aunque sea en ocasiones puntuales a lo largo del año. Ahora que el verano intensifica la vida social, algunas de esas salidas pueden enmarcarse en el periodo estival.
1. Planificación
Generalmente, es aconsejable concretar el día con tiempo de antelación para ultimar todos los preparativos vinculados con la logística familiar: el cuidado de los niños, su seguridad y tu propia tranquilidad mientras disfrutas de un rato con tus amistades. Por tanto, concreta este punto y anótalo en tu agenda.
2. Estar siempre disponible y localizable
Salir de fiesta con los amigos es un buen plan. Sin embargo, cuando se tienen hijos, pueden surgir imprevistos. Por ello, aunque estén cuidados y bien acompañados por una persona responsable, es fundamental que estés en contacto para poder recibir información sobre cualquier cambio repentino de última hora, una urgencia o una necesidad específica.
3. Establecer pactos y acuerdos en pareja
Si el proyecto familiar se comparte con otra persona, es recomendable hablar sobre este punto. Y es que, aunque parezca un tema que no tiene tanta trascendencia, puede convertirse en foco de conflictos si no existe un entendimiento por ambas partes. Por ejemplo, es aconsejable aclarar las expectativas que cada uno tiene en torno a este punto que implica de forma directa a la vida familiar. Así como los planes de pareja son importantes, las actividades con amigos también son significativas.
4. Hay que contar con un plan B
Contar con un plan B mejora el margen de maniobra ante cualquier cambio de última hora. Por ejemplo, tal vez se produzca un cambio en la logística familiar y no puedas sumarte a la fiesta en su totalidad. Sin embargo, quizá puedas acercarte al lugar de la celebración para compartir el momento del postre y la sobremesa.
5. No te sientas culpable por salir de fiesta con tus amigos
En ocasiones, la culpa se convierte en el peso que impide a padres y madres disfrutar plenamente de esos instantes de diversión con el grupo de amigos. Cambia la perspectiva del momento: no eres egoísta por regalarte esos espacios de distracción. De hecho, la alegría y el bienestar que te aportan repercute en la totalidad de tu ser y, por supuesto, en tu rol como padre. Cuando desconectas de la vida familiar, también retomas los compromisos familiares con más tranquilidad. Por supuesto, la culpa puede surgir en algún momento, incluso puede que recibas el comentario de alguien del entorno que pone en cuestión esa salida con el grupo de amigos. Sin embargo, no alimentes los pensamientos negativos, los juicios u otro tipo de ideas limitantes.
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