El ahogamiento secundario en niños

El ahogamiento secundario en niños

Escrito por: Sacra    1 septiembre 2014    2 minutos

El niño ha caído a la piscina y casi se ahoga, por suerte hemos sido rápidos y lo hemos rescatado a tiempo. Está consciente y parece que todo ha quedado en un susto. Pero no debemos bajar la guardia, puede que haya tragado agua suficiente como para que quede alojada en sus pulmones, provocándole horas después lo que se conoce como ahogamiento secundario.

Aunque el niño parece encontrarse bien y creamos que ha expulsado toda el agua, es necesario mantenerlo en observación durante las horas siguientes, especialmente si presenta algunos de estos síntomas: dificultad para respirar, tos intensa e intermitente, vómitos, decaimiento y cansancio, piel fría, pérdida de memoria o dificultad para hablar.

El mayor problema que tiene este percance es que puede pasar inadvertido. Una vez hemos rescatado al niño del agua, nos relajamos y pensamos que ya está todo solucionado, cuando no es así. Aparentemente nuestro pequeño puede estar perfectamente, pero hay que vigilar su estado de salud y comportamiento durante las 72 horas siguientes ya que podría sufrir una insuficiencia respiratoria, o lo que es llamado ahogamiento secundario.

De todos modos el pediatra Jesús Garrido precisa que estos casos más graves se producen cuando el niño queda inconsciente debajo del agua que es cuando más líquido traga, y aunque recupere la consciencia y expulse el agua, siempre queda algún resquicio de líquido en los pulmones, lo que luego acarrea graves consecuencias.

Así que lo mejor, como siempre, es la prevención. A menudo el exceso de confianza nos lleva a estos graves problemas, por lo tanto, nada mejor que aprovechar lo que nos queda de calor y verano en la piscina pero con total seguridad.

Vía | Consumer
Foto | Rtve

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