
Los planes en la piscina forman parte de momentos refrescantes del verano. La piscina puede ser vista como un espacio ideal por el entretenimiento que ofrece. Sin embargo, la seguridad es una cuestión prioritaria en estos espacios de verano. Una jornada de piscina es uno de los planes para hacer con niños en vacaciones. ¿Cómo incrementar la seguridad en la piscina?
El niño ha caído a la piscina y casi se ahoga, por suerte hemos sido rápidos y lo hemos rescatado a tiempo. Está consciente y parece que todo ha quedado en un susto. Pero no debemos bajar la guardia, puede que haya tragado agua suficiente como para que quede alojada en sus pulmones, provocándole horas después lo que se conoce como ahogamiento secundario.
Uno de los graves problemas a los que nos enfrentamos con los niños en la época de verano es al de los ahogamientos. Ya es demasiado elevada la cifra de pequeños que han fallecido ahogados en piscinas, por ello es necesario que los padres nos concienciemos de que una piscina cerca de un niño puede ser una trampa mortal, sobre todo si no tenemos puestos todos nuestros sentidos en ello.
Hay accidentes inevitables y malformaciones en el cuerpo del niño que no han sido descubiertas a tiempo y niños que se ahogan por esos motivos. Pero, la mayoría de los casos de ahogamiento en agua de menores son por imprudencia, propia quizá pero siempre de sus cuidadores. Hoy recoge el diario El Mundo que en tan solo 24 horas se han ahogado tres niños. El más pequeñito cayó a su propia piscina y murió. Solo tenía dos años y algo no estaba en condiciones, no había seguridad o se había descuidado, de lo contrario no habría llegado al agua.
Existen algunos puntos clave que debes tener en cuenta para que tu hijo se encuentre seguro disfrutando d la piscina. Anualmente reiteramos estos temas ya que consideramos que es fundamental tener seguridad para luego aprovechar toda la diversión. Por otro lado debemos recordarte que la natación es un deporte que puede resultar muy beneficiosa para los niños, además de ser una gran garantía de seguridad.
Te daremos algunos consejos para que tengas en cuenta durante el verano y así evitar las lesiones y el ahogamiento en las playas y en las piscinas. Recordemos que durante el año 2010 se ahogaron 432 personas y 478 tuvieron que ser hospitalizadas. En el año 2011 siete personas debieron ser internadas en el Hospital Nacional de parapléjicos con lesiones medulares.
Todavía no hemos dado la bienvenida a la época estival, sin embargo, tenemos que hacer frente a una noticia que bien podría estar enmarcada en los meses de verano cuando siempre recordamos lo importante que es tener cuidado con el agua para evitar posibles incidentes. Es decir, los niños deben estar bajo la supervisión de un adulto, y en caso de necesitarlo, también deben contar con el material de seguridad pertinente (manguitos o flotador). Un niño de ocho años ha muerto ahogado en la piscina de su casa en Ginés, un municipio de Sevilla.
El 6.5 por ciento de las lesiones medulares irreversibles se producen por zambullidas imprudentes en piscinas y otras zonas de agua. La mayoría de los accidentes de este tipo que suelen provocar tetraplejia, ocurren en chicos de 15 a 25 años, educarles desde pequeños sobre como comportarse en las piscinas es tiempo bien invertido. Nadie dice que no se tiren al agua, pero hay que saber como hacerlo con seguridad. En las zonas como ríos, lagos o malecones en la playa, mejor bajar que tirarse, puede haber rocas, ramas u otros peligros escondidos.
Las madres, más las de antes que las actuales, martirizamos a los niños con la hora o dos horas de espera después de comer para meterse en el agua porque les puede dar un corte de digestión. Pero, ¿es un mito o tiene base real?. Las dos cosas. El corte de digestión como tal no existe. Lo que puede producirse es un síncope de hidrocución que lo causa la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el agua. El desvanecimiento o pérdida de consciencia que puede provocar el ahogamiento, se debe a la constricción súbita de los vasos sanguíneos de la piel, por el cambio de temperatura. La sangre en ese caso se dirige a la red circulatoria profunda, especialmente al tubo digestivo y puede provocar una parada de la respiración y los movimientos cardíacos.