Colegios: el valor de un equipo docente estable y consolidado

Los alumnos constituyen una parte esencial de una institución educativa que crea vínculos duraderos con las familias de los estudiantes. Sin embargo, la calidad de la enseñanza también se alinea con la implicación, el talento y la preparación de los profesionales que imparten clases (y otros perfiles que forman parte del proyecto). Pues bien, en relación con la gestión y organización de colegios y escuelas, hay un factor que puede suponer una diferencia notable: la presencia de un equipo estable, unido y consolidado.

Aunque la naturaleza de la actividad que se desarrolla en este ámbito es diferente a otro tipo de empresas, hay una variable que impacta de manera negativa en los negocios y centros educativos: un elevado nivel de rotación supone que los estudiantes y las familias deben afrontar una continua adaptación al cambio.

Un equipo consolidado se implica más a largo plazo

La estabilidad de la plantilla, por el contrario, crea las bases necesarias para generar un mayor nivel de confianza y construir alianzas duraderas. La estabilidad de la plantilla repercute en la relación que el centro establece con las familias, pero también fortalece las bases del propio equipo. Los profesionales disfrutan de un mayor sentido de pertenencia. En consecuencia, generalmente, se implican de forma más plena. La colaboración constante con una entidad influye directamente en el nivel de conocimiento que el profesional tiene del entorno. Y los profesionales también cuentan con una mayor disposición para emprender proyectos que se enmarcan en dicho contexto.

Cuando los padres emprenden el proceso de búsqueda de un centro educativo que se ajuste a aquellos criterios que son esenciales desde su perspectiva, la calidad de la enseñanza es una prioridad para la mayoría de las familias. Y, sin duda, hay diferentes variables que potencian la calidad y la excelencia. Pues bien, hay un factor que no debe pasar desapercibido: la estabilidad de la plantilla es un valor añadido. Por ello, se presenta como una aspiración en el ámbito de la enseñanza porque repercute positivamente en alumnos, profesores y familias.

En algunos casos, la estabilidad de la plantilla también ofrece información sobre aquellas acciones que un centro privado o concertado lleva a cabo para retener el talento de los docentes contratados. Por ejemplo, la entidad puede promover y favorecer la formación continua. Existen diferentes objetivos que una institución educativa se marca para crecer, evolucionar y cumplir su misión en la sociedad. Pues bien, reforzar el nivel de estabilidad en el equipo es una meta positiva puesto que está directamente vinculada con una mejora en la calidad de la enseñanza.

La retención del talento es clave en todo tipo de centros de formación

Cuando un profesional desarrolla una gran parte de su carrera en un mismo colegio, crea un vínculo muy especial con la institución de la que forma parte y se identifica con sus valores. Es parte de la historia del centro y tiene la posibilidad de implicarse en proyectos a largo plazo (siendo partícipe de la evolución que compone el proceso). La estabilidad de un equipo consolidado es clave en cualquier institución educativa, más allá del entorno en el que se sitúe (también es fundamental en el ámbito rural).

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