Cuidado con las piscinas de las comunidades de vecinos

Cuidado con las piscinas de las comunidades de vecinos

Escrito por: María Fuentes Gimeno   @MariaFuentesGim    27 marzo 2015     2 minutos

Como ya se ha escrito en este blog, el ahogamiento es en Europa la segunda causa de muerte en menores de 14 años, sólo después de los accidentes de tráfico. En cifras, significa que al año mueren más de 5.000 niños y adolescentes en el marco comunitario: una barbaridad si se tiene en cuenta que son muertes perfectamente evitables.

Para los niños de entre cuatro y diez años, el lugar más peligroso estadísticamente en cuanto a ahogamiento se refiere, son las piscinas y más concretamente, las piscinas particulares o pertenecientes a comunidades de vecinos.

La razón es sencilla: existe un vacío legal. La normativa vigente en España sólo establece los criterios técnico-sanitarios para las piscinas de uso público, pero no señala nada para las particulares. Esto, sumado a la falta de consenso entre las autonomías para determinar si las piscinas de los edificios de viviendas son públicas o privadas, está convirtiendo a las piscinas de las comunidades de vecinos en el lugar donde más muertes y accidentes de menores se producen.

Por este motivo, la Asociación Española de Pediatría acaba de publicar en su página web un artículo con recomendaciones esenciales para subsanar esta situación de peligro. Entre ellas, destacan:

  1. La supervisión o vigilancia. El artículo indica que una vigilancia efectiva es aquella en la que el menor siempre está a una distancia inferior a la longitud de un brazo. Esto es fundamental para niños muy pequeños o menores que no saben nadar.
  2. El vallado completo del perímetro de la piscina.
  3. La señalización de la profundidad de la piscina y la prohibición terminante de tirarse de cabeza en lugares con una profundidad inferior a los 1,20 metros y permitirlo a partir de los 1,80. Aquí cabe señalar que el 70% de las lesiones de médula debidas a actividades recreativas se producen con los saltos de cabeza.
  4. Los desagües de las piscinas, incluidas las de hidromasaje, deben contar con rejillas u otros dispositivos de seguridad que eviten la succión del pelo u otras partes del cuerpo.

Vía | Asociación Española de Pediatría
Foto | Morguefile-Kasiski


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