Cultura emprendedora: ¿Cómo influye en los niños?
Muchos profesionales, que han formado su propia familia, concilian la gestión de un negocio con su vida personal. El reto del emprendimiento en la etapa adulta es complejo. Pero la manera de afrontarlo conecta con una historia de vida en la que los referentes de emprendimiento han estado más o menos presentes. Por este motivo, aquellas experiencias que potencian los valores y la cultura del emprendimiento desde la infancia, influyen positivamente en los niños.
Es una formación que fomenta el desarrollo de la autonomía y la iniciativa personal. Las cualidades que propician la puesta en marcha de un proyecto también pueden trasladarse a otros objetivos de la vida personal. Por ejemplo, están presentes en la toma de decisiones.
La cultura del emprendimiento potencia la superación personal en la infancia
Por otra parte, el proceso de emprendimiento está directamente vinculado con la creatividad. La creatividad es un ingrediente que está presente de forma especial en la literatura, el cine infantil, el teatro o el arte. Sin embargo, su valor se extiende más allá del ámbito artístico para conectar con el plano de los negocios. En un tiempo en el que los niños interactúan con un contexto marcado por la inmediatez, los valores del emprendimiento invitan a investigar, a buscar otras perspectivas y descubrir otras oportunidades.
El proceso de emprendimiento se afianza a partir de la implicación personal. Es decir, la persona deja su propia esencia en esa experiencia. Y trasciende a través de ella. Es una cultura que forma a los niños en la colaboración, el trabajo en equipo, la constancia y la perseverancia. El emprendedor influye positivamente en el entorno por medio de su compromiso. Crea nuevas circunstancias a través de su plan de acción. Comprueba los resultados obtenidos a partir de la estrategia desarrollada. Experimenta por medio del ensayo y el error. Y la realidad de la experiencia también puede integrarse en el universo infantil a través del juego y el entretenimiento.
La simulación empresarial en la infancia
Existen dinámicas de simulación que fomentan el desarrollo de habilidades y conocimientos en torno al mundo de los negocios por medio de ejercicios divertidos y entretenidas. La cultura del emprendimiento alimenta el talento y el potencial de los niños. Muestra un camino de futuro que complementa otras opciones posibles. Por medio de las experiencias de emprendimiento, que se desarrollan de manera simulada, el niño toma decisiones en un entorno seguro. Pero aprende conceptos relacionados con el ámbito empresarial como, por ejemplo, riesgo, planificación o inversión.
Los niños observan la evolución de la idea inicial con las experiencias adaptadas a su edad. Es decir, hacen un seguimiento de esa propuesta. Y aprenden valiosas lecciones a través de un enfoque práctico. Hoy es el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. Pues bien, la cultura del emprendimiento también puede integrarse en la educación durante la niñez como una forma de preparación para el futuro.
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