Dejar de fumar: el poder del ejemplo para niños y adolescentes

El valor del ejemplo que se percibe en figuras de referencia es especialmente positivo y directo en niños y adolescentes. Y, en relación con los hábitos de salud, no fumar o tomar la decisión de dejar el tabaco se convierte en un buen modelo de autocuidado y estilo de vida saludable.
Existen múltiples razones por las que como fumador, al margen de tu rol de padre o madre, puedes valorar para tomar la determinación de priorizar tu bienestar integral, superar la dependencia que produce el tabaco y marcar un punto de inflexión en tu vida.
El poder del ejemplo familiar en torno a unos hábitos de vida saludables
En ocasiones, más allá de la influencia directa que una acción produce en uno mismo, la motivación puede aumentar cuando el sentido de una decisión se pone en conexión con otras personas queridas. Es decir, como progenitor puedes valorar cómo tu propio ejemplo transmite un mensaje a tu hijo. Un mensaje que puede ser clave para minimizar el riesgo de que, en determinado momento, él mismo se convierta en fumador.
Sin duda, no es algo que depende completamente de aquello que percibe en el entorno familiar, puesto que un hijo también se relaciona con otro tipo de espacios. Es decir, al trascender más allá de uno mismo para conectar con la dimensión que las acciones individuales producen en los hijos a corto o largo plazo, es posible potenciar el compromiso y la motivación para mantener la firmeza en el proceso de abandonar el tabaco. Un proceso que, aunque no es sencillo, es posible afrontar con éxito de forma definitiva.
Día Mundial Sin Tabaco: una ocasión para reflexionar
Hoy es el Día Mundial Sin Tabaco. El inicio en el mundo del tabaco puede producirse en diferentes etapas y edades, sin embargo, con frecuencia, este inicio se enmarca en la adolescencia. Un momento en el que fumar puede estar en conexión con la búsqueda de aceptación por parte del grupo, cuando el resto de miembros también participan de la misma experiencia. En otros casos, fumar durante la adolescencia se asocia con valores de éxito y aceptación.
Sin embargo, esos valores se debilitan cuando en el entorno cercano predominan ejemplos de personas de referencia que no fuman o comparten su propio testimonio de superación al abandonar el tabaco. Por supuesto, también hay que poner en valor el mensaje de aquellos fumadores que comparten consejos para que sus hijos no comiencen a fumar precisamente porque ellos saben, en primera persona, cuáles son los efectos de esta dependencia.
El poder del ejemplo implica una notable responsabilidad en relación con el mensaje que se transmite a los hijos a través de las acciones. Dejar de fumar es una forma de amor y autocuidado hacia uno mismo. Pero esa decisión también genera una cadena de mensajes positivos que dejan huella en los hijos.
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