La hiperactividad infantil aumenta con la contaminación atmosférica

La hiperactividad infantil aumenta con la contaminación atmosférica

Escrito por: Sacra    9 junio 2017     2 minutos

Un nuevo estudio realizado en Barcelona vincula la contaminación atmosférica con el desarrollo de hiperactividad o TDAH en los niños

La contaminación atmosférica se ha convertido en una de los grandes preocupaciones de nuestro planeta. Las grandes ciudades, más allá de sus atractivos y comodidades, son auténticos núcleos de suciedad ambiental que origina graves problemas de salud en los seres humanos, mucho más si hablamos de niños ya que su desarrollo, tanto físico como psíquico, puede estar marcado por sus trágicas consecuencias.

Son muchos los estudios que se han realizado en torno a este tema. Además de provocar efectos nocivos en nuestros pulmones, desarrollando enfermedades graves en nuestro sistema respiratorio, como puede ser el asma, se ha comprobado también que tiene un efecto directo en el desarrollo cognitivo en los niños, lo que provoca otra serie de problemas como falta de atención, concentración o un mal rendimiento escolar.

Los contaminantes de aire nocivos para la salud física y psíquica

Un nuevo estudio en torno a la contaminación atmosférica y el desarrollo de los niños, la vincula con un mayor riesgo a que los peques desarrollen TDAH o hiperactividad.

Esta investigación ha sido realizada por el Instituto de Salud Global de Barcelona, entidad patrocinada por La Caixa, y que ha querido demostrar como las partículas nocivas del tráfico, se concentran en la atmósfera de las grandes ciudades, provocando problemas serios en el desarrollo de los niños, aumentando los problemas de comportamiento.

Los culpables serían los HPA (Hidrocarburos Policlínicos Aromáticos) que afectarían al desarrollo del núcleo caudado del cerebro. Los HPA son un grupo de contaminantes del aire que se quedan suspendidos en la atmósfera debido a una incompleta combustión de materia orgánica. Los produce el tráfico, pero también el humo del tabaco o la cocina a la brasa.

Al parecer, la exposición prolongada a estos contaminantes, provocarían cambios en esta zona cerebral en la que se gestionan, entre otras cosas, los sistemas de comportamiento humano, sobre todo durante la niñez.

Trafico y contaminación

A mayor contaminación más riesgo de problemas de comportamiento

Para llegar a estas conclusiones, se ha medido los niveles de contaminación de 39 escuelas de Barcelona, además de realizar una resonancia magnética a 242 niños de entre 8 y 12 años. Los menores, además, también realizaron un test para determinar si tenían algún trastorno vinculado con la hiperactividad.

Tras cotejar todos los resultados, se comprobó que a mayor contaminación atmosférica, los niños tenían menos desarrollados los glangios que componen el núcleo caudado. Aunque no pudieron comprobar, de forma taxativa, que estos niños tuvieran mayores problemas de comportamiento, sí tienen un mayor riesgo a padecerlos, puesto que estudios anteriores han demostrado que en esa zona es donde se producen la mayoría de ellos.

Vía | RTVE
Fotos | El comercio y Ecoesfera


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