Niños con diplejia espástica

Niños con diplejia espástica

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    10 abril 2018     3 minutos

Si a tu hijo se le ha diagnosticado diplejia espástica o parálisis cerebral bilateral te invitamos a leer la siguiente entrada.

Si a tu hijo se le ha diagnosticado diplejia espástica o parálisis cerebral bilateral te invitamos a leer la siguiente entrada, en la cuál encontraras muchos datos que podrían resultarte interesantes. Esperamos poderte ayudar a despejar muchas de tus dudas con información acerca de esta condición.

Comenzaremos por decirte que se considera una diplejia cuando el pequeño presenta alteraciones motoras, especialmente en sus dos piernas. También pueden tener algunos problemas en sus brazos y en las manos, así se generan dificultades en la destreza manual y una incorrecta manipulación final.

Generalmente este diagnóstico va acompañado de la característica ‘espástica’ ya que los niños siempre presentan espasticidad, en algunos casos pueden afectar a una mayor o menor cantidad de músculos de las piernas. Generalmente puede afectas a los músculos de la pantorilla o gemelos y a los aductores.

Se considera una diplejia cuando el pequeño presenta alteraciones motoras, especialmente en sus dos piernas.

Por esa razón es frecuente que veamos a los niños con diplejia caminan con sus piernas juntas, giradas hacia el lado de adentro y colocando los pies de puntillas, lo que muchos conocen como marcha en tijera.

Tengamos en cuenta que el desequilibrio muscular generado por la presencia de espasticidad de algunos músculos es lo que provoca que los niños tengan problemas de equilibrio a la hora de mantenerse de pie u en la capacidad de caminar, saltar o correr.

Lo mismo que sucede en otras maneras de parálisis cerebral no se llegan a conocer las causas y en muchos casos no se llegan a vincular con ningún tipo de acontecimiento concreto. Por eso no se aconseja invertir fuerzas para buscar un culpable o un por qué.

Lo que provoca que el niño tenga diplejia es una lesión que tuvo lugar en una región concreta del cerebro, lo que puede generarse por algunas de las causas que enumeraremos a continuación, que son las más frecuentes.

Asfixia neonatal, o sea, falta de oxígeno en el cerebro. Sin lugar a dudas esta es una de las causas más comunes de la diplejia espástica y se debe a algún problema que tuvo lugar en el parto. También se puede dar por prematuridad, los niños que nacen en forma prematura y con un bajo peso (inferior a los 2500 gramos) cuentan con mayores posibilidades de desarrollar este tipo de condición.

Otras causas se pueden dar por las infecciones maternas, fiebre alta o rubeola en la gestación.

En algunos casos establecer un diagnóstico de la diplejia puede llevar muchos meses. Los primeros signos pueden ser ver que se tiene dificultad para realizar movimientos con sus piernas o no van adquiriendo las habilidades motoras esperadas y acordes a su edad.

La diplejia espástica es una de las afecciones más comunes de la parálisis cerebral, estadísticamente abarca el 38 por ciento de los casos. En la mayoría de los casos los niños podrán caminar sin problemas aunque con pequeñas limitaciones en ciertas actividades como correr, saltar o caminar por la calle.

En un próximo artículo seguiremos hablando de este interesante tema.

Vía | Efisiopediatric
Foto | Pixabay – skitterphoto


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