Qué quieres ser de mayor: claves sobre una pregunta habitual
Hay una pregunta que la mayoría de los niños ha escuchado en más de una ocasión durante la infancia: ¿Qué quieres ser de mayor? Es una pregunta significativa y profunda, sin embargo, hay algunas reflexiones que conviene mencionar al respecto.
1. La pregunta se dirige hacia el futuro y el presente es lo más importante en la infancia
El presente, como tiempo valioso en cualquier etapa, es todavía más especial en la niñez. Sin embargo, la pregunta remite a un futuro abierto en el que pueden ocurrir muchas posibilidades diferentes. Y el niño tiene el tiempo, el contexto y los recursos precisos para descubrir a qué quiere dedicarse.
2. Qué quieres ser de mayor: la pregunta es demasiado general y abstracta en la infancia
La pregunta es excesivamente amplia cuando se analiza desde la perspectiva del niño. Y es que, al poner el foco en la elección de una profesión, hay muchos factores a valorar: estilo de vida, realización personal, expectativas, motivación interna…
3. Cuando las expectativas del entorno condicionan la respuesta del niño (o cómo se siente al respecto)
Hay niños que no saben qué quieren ser de mayores (no es fácil alcanzar una respuesta clara al respecto, incluso, en otras etapas de mayor madurez). Aunque la respuesta final a la pregunta puede chocar con condicionantes que limitan la libertad. Por ejemplo, la respuesta particular del niño puede no estar alineada en la dirección de las expectativas de sus padres. También es posible que llegue a creer que hay unas profesiones que son más importantes que otras en función de la proyección social. También es posible limitarle con una visión del éxito (cuando hay muchas miradas diferentes en torno a lo que significa triunfar).
4. Surgen nuevas profesiones y desaparecen otros oficios
El mundo del trabajo también es tan cambiante que no hay que olvidar que, así como surgen nuevas profesiones, quedan atrás otros oficios. Por tanto, el niño se encuentra en un momento en el que no posee toda la información necesaria para ofrecer una respuesta específica. No tiene edad para centrarse en lo que quiere llegar a ser, sino para ser plenamente en presente.
5. Qué quieres ser de mayor: es probable que su respuesta cambie constantemente
La pregunta a la que hacemos alusión no tiene por qué ser negativa, si no se plantea de manera recurrente e insistente. Por el contrario, puede integrarse como una cuestión más que le permite al niño experimentar con diferentes roles y profesiones a través de juegos y rutinas de simulación.
Hay niños que empiezan a expresar con claridad una posible dirección desde temprana edad al entrar en contacto con actividades que disfrutan. En ocasiones, la influencia de la vocación comienza a manifestarse desde temprana edad. Pero no hay que idealizar ninguna situación, tampoco aquellas alternativas que parecen más vocacionales. El descubrimiento de un camino siempre se actualiza a través del ahora. Por ello, es importante que los niños disfruten de experiencias que remiten a aspectos vinculados con su etapa vital, sus habilidades, sus gustos, sus preferencias, sus fortalezas…
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