El agua es un elemento imprescindible para nuestro organismo en todas las etapas de la vida, pero hay dos momentos, durante el embarazo y la infancia, en los que es especialmente importante cuidar su calidad. El agua debe ser equilibrada y además de hidratarnos, debe proporcionar el aporte de los minerales necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, en la cantidad correcta, sin excesos. Elegir un agua natural y equilibrada es cuidar la salud de toda la familia. Debemos además procurar que todos en casa beban la cantidad suficiente, poniendo especial atención en lo que consumen los niños que a veces están tan entretenidos que se olvidan hasta de beber y, los ancianos que tienen menos sensación de sed y suelen beber mucho menos de lo necesario.