
Es muy importante cuidar la relación de pareja después de tener hijos. Pero la formación de una familia marca un punto de inflexión en la rutina previa. A partir de ese instante, ambos tienen menos tiempo para compartir en común puesto que suman nuevas responsabilidades. Sin embargo, a pesar de los cambios experimentados, conviene tener presente en todo momento la siguiente premisa: el vínculo sentimental es anterior al rol de padres.
Muchas de las dinámicas que se desarrollan en una familia pueden analizarse desde la óptica de un sistema. Es decir, más allá de poner el foco en la dimensión individual de un comportamiento concreto, existen patrones que implican a todos los miembros de algún modo. La cohesión, el sentido de pertenencia y la unión son muy importantes para el niño.
La crianza de los hijos supone un aprendizaje constante. La experiencia práctica aporta un mayor nivel de seguridad y autoconfianza. Pero la vida familiar no es completamente previsible en todas sus formas y expresiones. Surgen situaciones que pueden llegar a convertirse en pequeños o grandes desafíos. Las nuevas habilidades aportan recursos y herramientas en la educación y acompañamiento de los hijos. ¿Cómo adquirir nuevas destrezas?
La formación de una familia aporta una nueva experiencia del amor. Aquella que conecta con el cuidado, el acompañamiento y la construcción de un nuevo vínculo afectivo. Sin embargo, es importante fortalecer los cimientos de la relación de pareja para formar un equipo en el proyecto de vida compartido en común. El camino recorrido hasta el momento es significativo en sí mismo.
La lectura compartida crea el contexto ideal para fortalecer los vínculos afectivos. Este hábito refuerza la creatividad, la ampliación de vocabulario y la comprensión del texto escrito. Pero es una forma de acompañamiento que posee un gran valor emocional. En consecuencia, es positiva para nutrir el vínculo familiar. En El Blog Infantil compartimos siete consejos.
El vínculo de pareja tiene etapas diferentes. En ocasiones, la historia de amor evoluciona en la dirección de la formación de una familia. Solteros, parejas y familias han experimentado los cambios producidos en el estilo de vida como consecuencia de la pandemia. El estudio El amor en tiempos de COVID, título que recuerda que a la mítica novela de Gabriel García Márquez, profundiza en cómo han cambiado los vínculos de pareja en este periodo. Dicha investigación remite a un proyecto internacional en el que también participa la Universidad de Granada.
En aquellos hogares en los que San Valentín es una celebración que une a las parejas, es posible hacer partícipes a los niños de una fecha significativa. En El Blog Infantil presentamos algunas ideas para compartir la esencia de una jornada que, más allá de su perspectiva comercial, puede vivirse desde un punto de vista afectivo.
En el seno de una familia surgen distintos vínculos afectivos. Cada uno de ellos tiene su propia naturaleza. Los vínculos pueden mostrar un mayor grado de simetría, es decir, de igualdad y equilibrio. O, por el contrario, las propias variables de una relación hacen que sea necesario que una de las personas tenga un rol de autoridad ante la otra. En este caso, se produce una asimetría que resulta positiva.